El exsubsecretario de coordinación del ministerio de Planificación, Carlos Santiago Kirchner, fue detenido ayer de manera preventiva en el marco de la causa en la que se encuentra procesado como miembro de una asociación ilícita acusada de direccionar la obra pública en favor del detenido Lázaro Báez durante la gestión kirchnerista.
El primo del fallecido expresidente Néstor Kirchner se entregó en la tarde de ayer ante el juez federal Julián Ercolini, luego de que trascendiera que los fiscales del caso, Gerardo Pollicita e Ignacio Mahíques, habían solicitado su detención.
El exfuncionario estaba procesado pero sin prisión preventiva, situación que cambió a partir de que los fiscales determinaron que Carlos Kirchner se había “descapitalizado” luego de haber sido imputado, con el objetivo de sacar sus bienes y su dinero del alcance de la Justicia.
Carlos Kirchner se presentó en el cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py, donde se encuentra el juzgado de Ercolini, pasadas las 14 y evitó así ser aprehendido en la vía pública, aun cuando el magistrado no había formalizado la orden de detención.
En su fallo, emitido minutos más tarde de su presentación, el juez destacó que los fiscales habían verificado “la presencia de indicadores de que el acusado podría obstruir el accionar de la Justicia -peligro de entorpecimiento de la investigación- y ausentarse del proceso -riesgo de fuga-“.
El magistrado resaltó que los fiscales consideraron que la consulta del acusado “demostraba el designio de ocultar parte de su patrimonio y frustrar la posibilidad del rastreo y recupero de activos”.
En esa dirección, Ercolini especificó que “mediante las tareas que los investigadores llevaron a cabo, arribaron a la conclusión de que había logrado sustraer del alcance de la Justicia la suma de aproximadamente 4 millones de pesos”. Al pedir su detención, los fiscales también tuvieron en consideración los domicilios en Río Gallegos aportados por el imputado en su declaración indagatoria: tras una investigación se determinó que en uno había “un terreno baldío” y en el otro “funciona la Unidad 15 del Servicio Penitenciario Federal”.
Cuando se entregó ante el juez Ercolini, Carlos Kirchner aseguró que llegado el momento de la ampliación de su declaración indagatoria, que aún no tiene fecha, podrá explicar cada una de las acciones que generaron sospechas en los investigadores.