La expectativa previa del Gobierno de Mendoza sobre una posible solución al conflicto con la minera Vale, que decidió suspender por tiempo indeterminado las obras en la mina de potasio en Malargüe, no tuvo el eco esperado en la jornada de apertura de la Cumbre CELAC-UE que se desarrolla en Santiago de Chile.

Si bien como adelantó el viernes el gobernador mendocino, Francisco “Paco” Pérez, se realizó un encuentro cara a cara entre las presidentas Cristina Fernández y su par de Brasil, Dilma Rousseff, no hubo definiciones sobre el tema. Ni siquiera se confirmó si la crisis por el parate dispuesto por la minera de capitales brasileños fue tema de agenda en el primer encuentro bilateral entre las mandatarias. La única información disponible sobre la reunión fue colgada en la página web de la Secretaría de Comunicación pública de la Presidencia argentina. Allí sólo se da cuenta de la reunión pero no se detalló el temario del encuentro. De todos modos, no se descarta que la situación de Vale sea abordada en un nuevo encuentro entre CFK y Dilma ya que la propia mandataria argentina al hablar con los medios sostuvo que “la reunión fue excelente, pero que habrá otra más tarde porque no alcanzó el tiempo”.

Anoche al cierre de esta edición no se había producido un nuevo encuentro por lo que es altamente probable que se produzca hoy en la segunda jornada de trabajo y reuniones en la cumbre que finaliza el lunes.

La reunión entre las mandatarias comenzó a las 15 en el hotel Ritz, donde se aloja Rousseff, y duró cerca de 40 minutos. De ella participaron ministros y secretarios de ambos gobiernos.

Mientras reinaba la incertidumbre en Chile por la situación de Vale, una de las más grandes mineras de América latina, confirmó a la Dirección de Minería de Neuquén la suspensión “sin plazo” de las obras del tendido ferroviario para el traslado del potasio desde el Sur de Mendoza hasta el puerto de Bahía Blanca.

El Gobierno de Mendoza había emplazado el viernes a la compañía a dar a conocer un cronograma de actividades tras conocerse la postergación del reinicio de su labor en la provincia donde extrae el potasio. Incluso, la provincia vecina amenazó a la empresa Potasio Río Colorado, controlada por Vale, que “si no retomaba las obras, podría quitarle la concesión”.

La inquietud del gobernador Pérez pasa por la fuente laboral ya que de la mina de potasio dependen más de 4.00 empleos.

Vale suspendió su proyecto en Malargüe aludiendo “al contexto internacional” de caída del precio de algunos minerales. La empresa había aprobado un presupuesto de 611 millones de dólares en 2013 para la mina mendocina que debía entrar en funcionamiento en la segunda mitad de 2014, pero la obra se encuentra paralizada desde el pasado 21 de diciembre.