Buenos Aires 19 de junio.- El Gobierno sube el tono en su disputa con el juez de Nueva York Thomas Griesa, quien condenó a la Argentina a pagarle a los bonistas que no aceptaron el canje de la totalidad de la deuda.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ofició hoy de vocero en su habitual conferencia de prensa y acusó al magistrado de ser "parcial" y de "promover el desequilibrio" a favor de los holdouts. Además, el funcionario aclaró que "no hay misión ni comitiva preparada" para viajar a Estados Unidos a fin de negociar con los acreedores la próxima semana y evitó dar detalles de los próximos pasos que tomará la Casa Rosada.

"Si la justicia es equilibrio, el juez Griesa promueve profundamente el desequilibrio", señaló Capitanich, que se despachó en varias oportunidades contra el magistrado neoyorquino. "Su fallo es fulminar la reestructuración", se quejó el funcionario. "La voluntad de pago de la Argentina no puede ser puesta en duda ni por Griesa ni por nadie", agregó.

Ayer, en la audiencia en su tribunal en la que reunió a abogados del país y de los bonistas, el magistrado criticó el discurso de Cristina Kirchner del lunes pasado en cadena nacional. En particular apuntó al tramo en el cual la mandataria hizo referencia a una "extorsión" al país. Esa frase lo llevó a poner en duda la buena fe y la voluntad de pago del Gobierno. "Tengo que decir que el discurso de la Presidenta fue desafortunado", afirmó Griesa, único juez de Estados Unidos que ha seguido la pelea entre el país y los fondos buitre desde el inicio.

Consultado por la prensa, Capitanich rechazó la posición del juez y señaló que el Gobierno "tiene voluntad de pago". "Lo que debería haber evaluado el juez es que la Argentina, desde la ley cerrojo, generó las condiciones para el pago regular de todas sus obligaciones", agregó, antes de resaltar la postura oficial: que la gestión kirchnerista está pagando una deuda que no contrajo durante su período como gobierno.