La policía bonaerense intensificó ayer los operativos para localizar a la niña Candela Rodríguez, a una semana de su desaparición en Hurlingham, y ordenó una búsqueda “casa por casa” en esa localidad. En tanto, Carola Labrador, madre de la niña de 11 años, insistió ayer en asegurar que se trató de un secuestro, por lo que exigió a los hipotéticos captores que liberen “ya” a su hija.

Labrador dijo tener la certeza de que Candela “está viva” y envió un nuevo mensaje: “Estamos cerca hija, ya voy”. Sin embargo, tanto el gobierno nacional como los investigadores reconocieron “no tener pistas firmes” sobre el paradero de la niña. En este marco ayer se realizó una nueva multitudinaria marcha.
Por su parte, el fiscal Marcelo Tavolaro, quien lleva adelante la causa, dijo ayer que la búsqueda se intensificaba “cada día más” y reiteró que los datos comunicados se analizan “uno a uno”.

Además puntualizó que en la búsqueda de Candela Rodríguez trabajan más de 1.600 policías y dos helicópteros, e indicó que ya se registraron cerca de 800 domicilios y 500 terrenos baldíos en procura de hallarla.

A raíz de una declaración de un empleado de un bar que dijo haber atendido a Candela y a un hombre, la policía solicitó ayer la filmación de las cámaras de seguridad de un banco de la zona, pero en horas de la noche estas pruebas fueron desestimadas.