El sindicato de Camioneros, que lidera Hugo Moyano, acordó con dos de las tres cámaras empresarias de la actividad el pago de un bono extraordinario de fin de año de 25 mil pesos que se distribuirá en cuatro pagos a partir de los sueldos de febrero de 2021. El entendimiento lo selló el propio Moyano en persona en una negociación que sostuvo con los referentes de las cámaras Faetyl (una entidad nueva que recoge el grueso de las grandes compañías de transporte de cargas y el 70% de los choferes) y Catac (con preeminencia en el sector de cereales). El gremio recibirá hoy la visita de Alberto Fernández para el cierre de su congreso anual, tal como anticipó la semana pasada este diario.
El bono se dividirá en cuatro cuotas iguales de $6.250 desde febrero (que se pagará a principios de marzo) y hasta mayo, inclusive, y alcanzará sólo a los trabajadores que efectivamente hubiesen prestado tareas en la pandemia, es decir con exclusión de los que permanecieron licenciados por ser parte de la población de riesgo (mayores de 60 años, embarazadas o personas con problemas de salud). La Fadeeac, la más tradicional de las entidades patronales y que sufrió hace dos años una escisión transformada en Faetyl, no firmó todavía.
El acuerdo significó la vuelta plena a sus labores habituales del jefe de la federación de Camioneros y del sindicato Buenos Aires, que durante el grueso de la pandemia permaneció recluido en su casa. Hugo Moyano mantuvo dos encuentros, uno por la mañana y otro por la tarde, en la sede del sindicato con las autoridades de ambas cámaras y cerró el entendimiento que buscará ahora su homologación en el Ministerio de Trabajo. Aunque en el sector empresario advirtieron que el bono no podrá cobrarlo el personal eximido de concurrir a sus labores en las actas a las que accedió este diario no hubo mención alguna a esa salvedad. Apenas se señala que irá para los choferes “en reconocimiento al esfuerzo realizado en 2020”.
Compensaciones
La convalidación del bono por parte de dos cámaras patronales sobre las que Moyano ejerce una influencia decisiva (sus propios referentes admiten que el dirigente y exjefe de la CGT fue clave para garantizarle a la actividad un crecimiento exponencial desde la llegada del kirchnerismo al poder, en 2003) llegó a tiempo para ser exhibido como un trofeo hoy en el acto que el camionero encabezará junto a Alberto Fernández como cierre del año. Será, además, la compensación que habitualmente el mandatario ofrece en el sindicalismo luego de haber prodigado gestos a un sector rival, como lo fue haber almorzado el 1 de diciembre con la “mesa chica” de la CGT.