Es importante aumentar la cantidad de líquidos que se ingiere en días de elevadas temperaturas. Sin embargo, es igual de relevante hacerlo eligiendo las alternativas más saludables para hidratarse. Nuevas conclusiones del relevamiento que llevó adelante TNS Gallup sobre qué beben los argentinos en épocas de calor, sugieren que los argentinos tienen distorsionada la percepción sobre cuánta azúcar incorporan a través de las bebidas. Creen que ingieren el equivalente a 4,5 sobrecitos de azúcar, aunque un estudio previo había mostrado que tan sólo con bebidas frías incorporan cerca de 7 sobrecitos de azúcar al día a través de las bebidas, que representan 1.100 calorías adicionales a la semana.
Las calorías que se incorporan a través de la hidratación no tienen valor nutricional, no generan saciedad y -por si esto fuera poco- muchas personas no son conscientes de cuántas están ingiriendo mientras se hidratan. "Esto es un verdadero problema en el marco de un país con 54% de su población con sobrepeso y obesidad. Es necesario mejorar los patrones de ingesta de líquidos e inclinarse por las alternativas más saludables, fundamentalmente el agua, que no aporta calorías ni aditivos", afirmó el Luciano Spena, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Nutricionistas (AADYND, ver aparte) y Director de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Morón.
La población subestima las calorías provenientes de bebidas y además, de acuerdo con este relevamiento reciente, el 54% piensa que toma suficiente agua. Esto se debe a que tenemos una inclinación por el sabor dulce, y en parte a que existe un prejuicio arraigado sobre el sodio del agua. "Sin embargo, el aporte de calorías "vacías’ es el verdadero problema asociado a la hidratación. El sodio presente en cualquier tipo de agua es irrelevante de acuerdo con la OMS", explicó Spena.
Beatriz Ravanelli, miembro de la Comisión Directiva de AADYND y Directora de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Belgrano, sostuvo que "es fundamental prestar atención a la calidad nutricional de las bebidas, considerando que en esta época de elevadas temperaturas el cuerpo traspira más y aumenta significativamente la necesidad de ingesta de líquido, para mantener un balance hídrico adecuado".
Frente a estos días de elevadas temperaturas, tal como sugirió la Romina Sayar, Vicepresidente de AADYND, "una de las principales medidas para prevenir el golpe de calor consiste en beber abundante cantidad de líquido, preferentemente agua. Si durante el año la recomendación oscila alrededor de los dos litros diarios, hoy es conveniente beber más que esa cantidad".
BALANCE HÍDRICO
El cuerpo pierde más de tres litros de agua por día a través de la orina (1.500 ml), la materia fecal (200 ml), la piel (transpiración -500 ml- y evaporación -500 ml-) y la respiración (400 ml). Elabora 300 ml de agua metabólica por la respiración celular, y recibe 800 ml a través de los alimentos. Todo el resto (2.000 ml) debe incorporarse a través de la ingesta de líquidos. En épocas de altas temperaturas, las pérdidas son mayores porque aumenta la sudoración, por lo que se debe aumentar la ingesta de agua para mantener el balance hídrico -entre lo que se incorpora y lo que se pierde- y asegurar el funcionamiento correcto del cuerpo.
Alrededor del 60% del peso del cuerpo humano de un adulto está formado por agua; y pequeñas modificaciones de éste en los compartimentos corporales determinar grandes cambios en los comportamientos fisiológicos.
Cada día pueden presentarse signos de deshidratación, pero no los identificamos como tales. A medida que se aumenta el porcentaje de deshidratación, se incrementa también la gravedad del cuadro:
* 1%: pueden aparecer síntomas como dolor de cabeza, sueño, distracción, falta de energía y deterioro de la termorregulación.
* 2%: puede sentirse sed, disconfort y disminución del apetito.
* 3%: sensación de "boca seca".
* Entre 4 y 9%: aumento del esfuerzo para el trabajo físico, náuseas, dificultad en la concentración, mareos, debilidad creciente.
* 10% en adelante: pueden aparecer alteraciones graves (espasmos musculares, delirio, insomnio)
* 20% en adelante: posibilidad de muerte.
Sin llegar a los límites más graves, remarcó Spena, "se nota ya que hay ciertos síntomas que pueden aparecer inclusive antes de la sed o sensación de "boca seca", lo que refuerza la recomendación de no esperar a tener sed para hidratarse, mucho menos en épocas de elevadas temperaturas, y menos aún en poblaciones como los niños y los adultos mayores, adonde el riesgo de deshidratación es más elevado".
El relevamiento fue descriptivo, prospectivo, observacional y transversal. Consistió en la realización de 1010 entrevistas directas y domiciliarias a mayores de 18 años de ambos sexos nivel nacional durante septiembre de 2013. Se aplicó un muestreo probabilístico y estratificado con cuotas de sexo y edad en el hogar, con el propósito de evaluar la calidad de la hidratación en relación con la época estival. Lo realizó la consultora TNS Gallup para AADYND a pedido de Aguas Danone de Argentina.

