Las ventas por el Día de la Madre cayeron este año 25,1% en relación a las cifras de 2019, una merma originada en faltantes de mercadería y las restricciones de movilización impuestas por la pandemia de coronavirus, según un relevamiento difundido ayer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). "Los faltantes de mercadería, los ingresos insuficientes en los hogares, el temor a que la situación económica empeore, los protocolos estrictos para ingresar a los locales físicos y en algunas localidades las restricciones que todavía existen para circular, afectaron fuerte la venta", explicó CAME en el documento. La caída de este año es la tercera consecutiva en esta tradicional fecha, ya que en 2019 hubo una merma del 12% respecto a 2018 y, ese año, el descenso fue de 13,3% en relación a 2017, último año en que los registros de la entidad observaron un leve crecimiento del 1,1%. "Ya la temporada pasada la fecha había sido muy pobre por la recesión económica. Y este año se profundizó esa dificultad con la crisis sanitaria", explicaron.
Pese a esto, se observó una suba en el ticket promedio, que se ubicó en $1.604, o 45,8% por encima del promedio registrado el año pasado. Lo mismo había ocurrido en 2019, cuando las cantidades vendidas por los comercios minoristas tuvieron un promedio de $1.100, o 37,5% por encima de 2018, cuando se ubicó en $800. En la ciudad de Buenos Aires, la apertura de los shoppings, que no fueron medidos en el presente relevamiento, "restó operaciones a los negocios de barrio", explicó CAME. En relación a esto, desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) resaltaron que las ventas en estos puntos polirrubros tras siete meses de inactividad, pudieron ayudar al repunte de la inédita caída del 85,1% interanual registrada en julio en los centros de compra. La producción de indumentaria tuvo una caída interanual del 30,7% en agosto para confección de ropa.