Con un discurso sorpresivamente edulcorado y con un cambio en la paleta de colores de su look -un apasible tono blanco- la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, pidió ayer a la oposición que deje "la vacuna y la pandemia afuera de la disputa política o grieta" y abogó para que no se ponga en duda "lo que dice la ciencia". También le apunto a los medios "por desinformar" sobre las vacunas.
CFK reapareció sin previo aviso en un acto en el Hospital de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata, que encabezó junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, lo que se interpretó como el inicio de la campaña del kirchnerismo rumbo a las PASO.
"No podemos seguir discutiendo y envenenando a la gente con que la vacuna tal no sirve. En nombre de tanta gente que no se vacunó y hoy ya no está, y sus familiares la lloran, en nombre de los trabajadores de la salud, por favor dejemos a la vacuna y a la pandemia afuera de la disputa política", expresó la vicepresidenta. Así salió al ruedo en su feudo de la provincia de Buenos Aires con la clara intención de fortalecer el plan de vacunación de Kicillof, que si bien es uno de los más avanzados, preocupa que 2 millones de personas del Conurbano aún no se han inscripto para recibir la primera dosis.
Fernández de Kirchner junto a Axel Kicillof, encabezó un acto en el Hospital de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata, donde se reanudaron obras en el Pabellón de Salud Mental, que implicarán una inversión de $148.605.766.
"Entre todos podemos llegar a un acuerdo básico mínimo; hay cosas que no pueden ser ya objeto de discusión", afirmó Cristina al referirse a los cuestionamientos dirigidos hacia las vacunas y a las medidas de cuidado para frenar los contagios de coronavirus que, sin embargo, encuadró en situaciones de "irracionalidad" que se dan en todo el mundo.
La vicepresidenta pidió "no buscar divisiones ni entorpecer al otro". "Contribuyamos a que haya menos contagios", pidió, al tiempo que resaltó que Argentina cuenta, desde hoy, con "20 millones de vacunas".
Cristina analizó que "con la última llegada de Astrazeneca llegamos a los 20 millones de vacunas, con todas las dificultades que vemos y son producto de la desigualdad, vemos países que han acaparado millones de vacunas a punto tal que tienen 8 vacunas por habitantes frente a otros que penan por vacunas".
"¿No sería mejor que todos unidos pidamos a esos países que sean solidarios y envíen esas vacunas al resto del mundo?", se preguntó la vicepresidenta.
Cristina hizo también un "llamado a los medios de comunicación" para que contribuyan a garantizar información veraz a la población y que no se ponga "en duda la palabra de los médicos y de la ciencia".
"Ayudemos a la verdadera libertad cuando estemos todos vacunados y podamos hacer lo que queremos", subrayó y evaluó que "debería haber un acuerdo tácito de la sociedad para hacerle caso a los médicos".
Tras enviar un abrazo a todos y todas aquellas personas que han perdido un ser querido en esta pandemia, Cristina confió: "Vamos a salir de esto, con la vacuna vamos a salir, vamos a vacunar a todos y todas las argentinas y volveremos a ser felices".
Sobre la libertad
Cristina también criticó a quienes cuestionan las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno para contener la pandemia: ""Libertad para mí y que se joda el resto" no es libertad. La verdadera libertad es cuando uno sacrifica su propia libertad de estar abocado a una tarea solidaria para que los demás sean libres".