La resistencia del presidente Alberto Fernández de desprenderse de sus hombres de confianza dentro del Gabinete nacional -apuntados por el kirchnerismo como parte de la aplastante derrota en las PASO- provocó ayer un cisma en el Frente de Todos y abrió un escenario de fuerte incertidumbre sobre el futuro inmediato del Gobierno nacional.

El día más difícil para el Presidente después del domingo comenzó ayer sobre el mediodía con una inédita catarata de renuncias por parte de ministros y funcionarios del Gabinete nacional que responden a la vicepresidenta, Cristina Kirchner. La jugada fue leída como una estrategia para forzar un cambio de nombres para relanzar el gobierno de cara a las legislativas del 14 de noviembre con la idea de cambiar el cachetazo que recibió el oficialismo en su primer test electoral.

La Casa Rosada se convirtió en un hervidero con tránsito intenso y reuniones de urgencia. En medio de una alta tensión y fuerte hermetismo el Presidente intentó sortear la embestida K y para ello contó con el apoyo explícito de varios gobernadores, intendentes, la CGT, el Movimiento Evita, asociaciones empresarias y de los ministros considerados "leales".

Las renuncias puestas a consideración derivaron en un encuentro en Casa Rosada que estuvo encabezado por Fernández, en el que estuvieron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y varios ministros, tras el cual se multiplicó el respaldo a la figura del mandatario.

A la reunión en Casa de Gobierno asistieron los ministros de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; de Seguridad, Sabina Frederic; de Producción, Matías Kulfas; de Economía, Martín Guzmán; de Trabajo, Claudio Moroni; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; y el canciller Felipe Solá. También la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.

El cotitular de la CGT Héctor Daer ratificó el apoyo de la central al Presidente como parte de la "defensa de la institucionalidad" y señaló que Fernández "debe mantener la templanza".

Según detalló la Casa Rosada, entre los gobernadores que expresaron su apoyo al Presidente a través de llamados telefónicos están Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Juan Manzur (Tucumán); Omar Gutiérrez (Neuquén), Raúl Jalil (Catamarca) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis).

En San Juan, anoche no confirmaron si efectivamente Uñac pudo comunicarse con el Presidente.

El que picó en punta con las presentaciones de renuncias fue el ministro del Interior y hombre de La Cámpora, Eduardo "Wado" de Pedro, que lo hizo por escrito.

"Escuchando sus palabras del domingo por la noche, donde planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición", manifestó De Pedro en una nota dirigida a Fernández.

Después, le siguieron los pasos los ministros de Justicia, Martín Soria; el de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; el de Medioambiente, Juan Cabandié; el de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi y el de Cultura, Tristan Bauer. También se sumaron funcionarios de primeras líneas como la titular del PAMI, Luana Volnovich; Fernanda Raverta, titular de la Anses; Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas; Paula Español, secretaria de Comercio Interior de la Nación y Victoria Donda, titular del Inadi.

Anoche, al cierre de esta edición, el Presidente no había aceptado ninguna de las renuncias.

 

Marcha a la Plaza

En medio de los posicionamientos y el río revuelto en el oficialismo, el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie convocaron para hoy a las 15 a una movilización en Plaza de Mayo en respaldo al Presidente, bajo la consigna "Por la unidad del Frente de Todos. A Bancar al Gobierno".

 

  • El albertismo apunta contra La Cámpora

El aluvión de renuncias de ministros y funcionarios K dejó en evidencia una ruptura en el oficialismo tras la derrota en las PASO. Desde los sectores cercanos al Presidente, los cañones apuntan a La Cámpora. Uno de los primeros que habló fue Federico Martelli, secretario general del Movimiento de Unidad Popular, quien defendió al jefe de Gabinete y cuestionó a la agrupación kirchnerista.

"Está claro que acá está operando La Cámpora para llevárselo puesto a Santiago", dijo el dirigente vinculado al Grupo Callao, el "think tank" neoperonista que acompaña a Alberto Fernández.

Martelli contó que habló con Santiago Cafiero para transmitirle su apoyo. "Le di fuerzas, que tenga templanza en este momento", agregó al dar detalles sobre el diálogo.

Sobre el escenario político planteado, Martelli lo calificó como "muy delicado" y afirmó que "que se requiere que el Presidente tenga libertad para tomar decisiones".

 

  • La puesta en escena para presionar de Axel Kicillof

 

Previo a la presentación en masa de las renuncias en el Gabinete nacional, lo mismo hicieron todos los integrantes del gabinete de Axel Kicillof, pero el gobernador bonaerense rechazó todas lo que se leyó como una forma de presionar al Presidente.

Según analizan en Casa Rosada, con la presentación de sus renuncias, los hombres y mujeres de Kicillof quisieron forzar el recambio que se resiste a realizar en su equipo Alberto Fernández.

Las renuncias presentadas a disposición del gobernador y no aceptadas solo sumaron malestar entre los intendentes que ayer fueron citados por Kicillof. El gobernador no convenció a los alcaldes en su intento por contener el malestar de la derrota.

"Lo de Axel fue una puesta en escena pedida por Cristina para que renuncien los nacionales. Ella empezó a presionar. Por eso le pidió que renuncien primero para presionar a que renuncien los ministros nacionales más tarde", se quejó uno de los hombres que mejor conoce los movimientos del peronismo.

"Estos pibes tensaron para incomodar al Presidente", dijo uno de los intendentes del Frente de Todos que ganó en su distrito y que es crítico de la movida política que adjudicó a La Cámpora.

Los intendentes de la tercera sección electoral, que en su mayoría ganaron el domingo, son los más críticos a la gestión provincial. "Axel no se enteró que es una elección provincial además de nacional", dijo a diario La Nación uno de los intendentes que manifestó su bronca por lo que interpretó falta de compromiso del gobernador.

En Ezeiza, por ejemplo, el Frente de Todos sacó 48 puntos contra 29 de Juntos. En Brandsen, el FdT sacó 45 puntos contra 39. En Esteban Echeverría, el oficialismo ganó por 39 puntos contra 34. En Lomas de Zamora, la diferencia fue de diez puntos, siempre medida desde las listas de concejales, que son las que mueven los alcaldes en sus pagos chicos. Entre algunos de los intendentes del peronismo que no simpatizan con La Cámpora ayer había aún más enojo. "Este tipo sigue repitiendo lo mismo", se enojaron algunos con Kicillof. "No podemos insistir con vender el plan de vacunación. El electorado espera otra cosa", se escuchó.