Horas antes del comienzo de la ‘Marcha del Silencio’ por la muerte del fiscal Alberto Nisman, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer al mediodía que su Gobierno ‘no permite que nadie le marque la cancha‘. A su vez, sostuvo que la Argentina es ‘un país de ovarios, por lo menos hasta el 10 de diciembre‘ cuando culmina su mandato y remarcó la necesidad de ‘garantizar que quien conduzca‘ después de diciembre ‘tenga las mismas ideas‘.

‘En el 2015 tenemos que garantizar que quien conduzca tenga las mismas ideas, ésa es la mejor herencia que debemos dejar‘, dijo al hablar por cadena nacional durante un acto en la localidad bonaerense de Zárate donde no hizo ninguna referencia a Nisman ni a la marcha.

‘Estamos abiertos a todo el mundo, pero sin imposiciones de nadie, porque somos un país, como digo yo, de ovarios, por lo menos hasta el 10 de diciembre, después va a haber que elegir‘, expresó Cristina al hablar por cadena nacional desde el complejo nuclear Atucha, donde habilitó la generación del ciento por ciento de la central nuclear Néstor Kirchner (Atucha II).

Por la tarde, la presidenta partió hacia la localidad de Chapadmalal, en la costa Atlántica, y evitó así su estadía en la residencia de Olivos durante la marcha por Nisman. Luego de Zárate, la jefa del Estado pasó brevemente por Olivos y se trasladó hacia el aeroparque metropolitano donde a las 15.45 abordó el avión para volver a Chapadmalal, adonde se encuentra desde el lunes pasado. De esa manera, se espera que la mandataria celebre hoy en la costa atlántica su cumpleaños 62, junto a su familia.

Cristina recomendó abrir ‘bien los ojos‘ y aclaró que ‘no estoy hablando de conspiraciones, no es un mundo de conspiraciones. Es un mundo de intereses que quieren que unos estén subordinados y los otros mandarnos, y se enfrentan con gobiernos como este que no permiten que nadie le marque la cancha‘.

En el acto, la jefa del Estado estuvo acompañada por el vicepresidente, Amado Boudou, parte de su gabinete y varios gobernadores. La presidenta resaltó que los argentinos ‘estamos cruzados por profundos intereses políticos‘, pero aseguró que ‘este gobierno no permite que nadie le marque la cancha‘.

Luego, al citar un almuerzo durante el gobierno de Fernando de la Rúa con la Unión Industrial, afirmó sin nombrarlo que ‘un empresario, justamente el que más crítico fue de los acuerdos con China, golpeaba sobre una mesa, donde estaba sentado el Presidente y los platos se movían. Le gritaba al Presidente‘, señaló que le contaron. ‘¿Algún argentino se imagina (a un empresario) gritándole y golpeándole la mesa a esta Presidenta?‘, se preguntó, ‘ese es el verdadero problema que hay, que al que se fue, después de entregar la vida (por Néstor Kirchner) nadie le gritaba y que a mí, ni siquiera él me gritaba, mucho menos un empresario‘, manifestó.

Según añadió, ‘ése es el verdadero problema que hay en la Argentina. Que antes gobernaban otros, que no eran los que la gente votaba, al punto tal que podían golpearle la mesa y hacerle volar los platos‘. Cristina, quien no hizo referencia a Nisman, sentenció: ‘me enorgullezco de decir que somos un país líder en materia de derechos humanos‘. Planteó que ‘hay un mundo nuevo, hay actores nuevos‘ y que ‘es bueno‘ porque ‘nos permite tener socios, nos permite dejar de ir siempre de punto, porque eso es lo que nos proponían siempre: ir de punto y los argentinos estamos cansados de ir punto, queremos ser banca alguna vez‘. Fuentes: DyN y Télam