Siguió casi al pie de la letra la receta acordada para la tregua -cena de por medio- con el presidente Alberto Fernández y el otro socio del Frente de Todos, Sergio Massa. Así, en la primera aparición pública de Cristina Kirchner tras los cambios en el Ministerio de Economía, la vicepresidenta le echó toda la culpa de la crisis actual del país al exministro, Martín Guzmán, y avisó, en tono irónico, que ‘no voy a revolear a ningún ministro, quédense tranquilos’.
La renuncia del exministro de Economía Martín Guzmán fue un "inmenso acto de irresponsabilidad política y desestabilización", remarcó Cristina Fernández de Kirchner.
"El sábado pasado nos enteramos de la renuncia del Ministro de Economía y quiero decir que se trató de un inmenso acto de irresponsabilidad política y de desestabilización. En el mundo como está, el país como está, hacer enterar al Presidente (Alberto Fernández) esa renuncia por Twitter no está bien", señaló la vicepresidenta en la inauguración del Cine Teatro Municipal de la ciudad de El Calafate, en Santa Cruz.
"Fue un gesto de ingratitud personal para con el Presidente", consideró la titular del Senado, y recordó que cuando se logró el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los medios de comunicación y varios sectores políticos "destacaban la racionalidad" que había tenido Guzmán al alcanzar ese entendimiento.
"Este Presidente había bancado a ese ministro de Economía como nadie, enfrentándose incluso con las propias fuerzas de su coalición", destacó la vicepresidenta.
"Mirándolo ahora, más que para apoyar al ministro, lo que se buscaba era que nos enfrentáramos entre nosotros (el oficialismo). Por eso, creo no hay que discutir personas y hacerlo con las políticas", subrayó.
En una nueva presentación de CFK, los militantes K, familias vecinas y turistas asistieron al centro cultural municipal para escuchar el discurso en las afueras del recinto en el cual la exmandataria brindó su discurso. Hubo acompañamiento a pesar de las temperaturas bajo cero y la intensa nevada que cayó la noche previa en la región.
En lo que pareció ser una respuesta a las críticas por sus permanentes llamados de atención al Gobierno, Cristina consideró que ‘es hora de que nadie se crea dueño de la verdad y que tiene la vaca atada’, señaló que ‘ayudar no es callarse y esconder la basura debajo de la alfombra’ y reclamó que el país asuma "discusiones en serio’
En otro tramo de su discurso la expresidenta llamó a la población a encontrarse en una autoconvocatoria para la "construcción de una Argentina en paz", subrayó que esa tarea debe realizarse "sin rencores pero con muchas ideas". "Les pido a todos que tenemos que encontrar un punto en común, si no, no habrá Argentina para nadie", destacó.
Luego, resaltó que la provincia de Santa Cruz "es la que más dólares produce para su aparato productivo" y dijo que "hay cinco provincias argentinas que producen dólares, la primera es Santa Fe, la segunda es Córdoba, la tercera Buenos Aires, la cuarta Chubut y la quinta, Santa Cruz".
"Si miro la cifra de dólares per cápita, esta provincia es la primera en materia de producción de dólares", destacó y pidió en ese sentido que "averigüen cuál es la que más gasta dólares y no produce dólares", ante lo cual subrayó que se trata de "CABA, con más de 7 mil millones de dólares". Y resaltó cuando Alicia Kirchner llegó a la gobernación Santa Cruz era la última provincia productora de oro y plata y hoy es la primera".
>> Dólar: "Se portan como adictos"
Cristina consideró ayer a la "economía bimonetaria’ como la responsable del problema estructural del país, al hablar en El Calafate.
Sostuvo que una ‘corrida cambiaria’ suele producirse en Argentina cuando los sectores de mayor poder ‘no pueden obligarte a devaluar; entonces provocan la brecha’.
‘La brecha se produce siempre cuando hay regulación cambiaria, cuando no se los deja acceder libremente a los dólares que se le da la gana en el mercado único y libre de cambios’, amplió.
Según la titular del Senado, si no los dejan ‘sacar los dólares que quieren del país se comportan como adictos; lo hacen por las malas, y estalla el país’. Por ello, consideró que ‘el problema estructural es la economía bimonetaria, que no es únicamente aquella restricción externa por los dólares que necesita la industria para producir y que provee el campo’. ‘A esa restricción externa se sumó la economía bimonetaria que son los argentinos decidiendo que quieren tener dólares para ahorrar o para comprar un inmueble’, aseguró.