La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer por la tarde el otorgamiento de nuevos patrulleros en la provincia de Santa Cruz y al aludir, aunque sin nombrarlo, al conflicto en Río Gallegos, reclamó por mayor “seguridad” para los vecinos.

Al encabezar un acto en Río Gallegos ante la presencia de su hijo Máximo Kirchner, Cristina señaló: “Que todas las provincias en general puedan brindarle toda la seguridad que nuestros ciudadanos se merecen, seguridad que no solamente está referida a los que delinquen”. “Es necesario que las autoridades aseguren que cada vecino pueda hacer su vida, no solamente no siendo atacado por un delincuente sino por algún otro que cree tener más derechos y pasarlo a uno por encima”, remarcó, en el marco del conflicto con los trabajadores municipales que tiene paralizado a gran parte de Río Gallegos.

Unos 120 días de paro protagonizan trabajadores municipales que han descargado su enojo por el retraso en el pago de sus haberes de junio. La ciudad santacruceña ha tenido días de suciedad, con cloacas rebalsadas, basura por todos lados y un descontento público generalizado.

Bajo un fuerte operativo de seguridad, Cristina asistió a un acto en el gimnasio de Río Gallegos “Lucho Fernández”, donde inauguró ayer las nuevas instalaciones del Centro Articulador de Políticas Sanitarias de esa localidad santacruceña. La presidenta utilizó la cadena nacional para presentar un paquete de anuncios destinado a Santa Cruz y sostener así las candidaturas de Alicia Kirchner, que busca la gobernación, y de Máximo Kirchner, quien compartió por primera vez un acto público con su madre desde que se oficializó su precandidatura a diputado nacional por esa provincia. Máximo no compartió el escenario con su madre sino que se mantuvo a un costado.