En un encuentro en el que buscó cautivar a jóvenes radicales, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró ayer un congreso del sector del radicalismo disidente que lidera Leopoldo Moreau con un discurso de tono electoral donde aseguró que ‘el verdadero fin de ciclo fue en el 2001‘.
La presidenta se sentó junto a Moreau, el histórico dirigente del radicalismo bonaerense recostado hoy en el kirchnerismo que en el 2003 fue candidato presidencial y sacó el 2 por ciento de los votos. En ese contexto, la jefa del Estado elogió a Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín, y deslizó críticas hacia el jefe de Gobierno porteño y aspirante presidencial, Mauricio Macri.
En el acto organizado por miembros de la Unión Cívica Radical (UCR) disconformes con el acuerdo de la conducción de su partido con el PRO, la mandataria confesó su satisfacción por participar en un encuentro de esa agrupación porque ‘esto que está sucediendo marca que, lejos de estar en un fin de ciclo, estamos entrando en el comienzo de un nuevo ciclo político‘, dijo. El verdadero fin de ciclo se produjo en el 2001‘, aseguró, para agregar que ‘hasta para reventar fuimos adelantados‘, en alusión a la crisis política y económica de ese momento que hoy, dijo, ‘está en muchos países del mundo‘.
En este marco, resaltó las conclusiones del documento del Congreso del Radicalismo Popular, destacó el ‘proyecto nacional, popular y democrático‘ y convocó a ‘ampliar las fronteras‘. Asimismo, en el camino de buscar adeptos entre los radicales disidentes a la conducción del centenario partido por el acuerdo con el macrismo, Fernández de Kirchner aclaró que ‘el Frente para la Victoria supera y contiene al peronismo, aunque algunos peronistas no se identifican con el kirchnerismo‘.
‘Yo no estoy acá como Presidenta‘, aclaró, ‘estoy como militante nacional y popular‘. En medio de los muchos párrafos donde buscó cautivar a los jóvenes radicales enojados con el acuerdo de Ernesto Sanz con el PRO para sumarlos al proyecto kirchnerista, la Presidenta cuestionó, aunque sin nombrarlo específicamente al jefe de Gobierno porteño. Fue cuando recordó a ‘uno que es candidato y que cuando impulsamos el ARSAT dijo ’para qué queremos un satélite’‘.
En un tono irónico, la jefa del Estado colocó asimismo en el sector de la ‘derecha renovada‘ a Macri al asegurar que ‘algunos antes se desarrollaban en el campo empresario y ahora vienen a la política porque quieren el país manejado por sus propios dueños‘. Luego de resaltar algunas de las acciones del modelo impulsado desde el 2003, Cristina aseguró que ‘todavía estamos ante una Argentina muy desigual‘, en la que ‘falta mucho por hacer‘.
En este sentido, salió al cruce de críticas desde la oposición sobre la política exterior, al afirmar que ‘nunca estuvimos tan integrados al mundo como ahora‘ y que en el mundo ‘nos miran y admiran cómo hicimos para desenroscarnos de la deuda externa sin recurrir al mercado de capitales‘.
En el estrado, la mandataria estuvo sentada junto a Moreau y al exdiputado radical, Eduardo Santín, mientras que en la platea se encontraba el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, el secretario general de la Presidencia Eduardo ‘Wado‘ De Pedro y el diputado Andrés ‘Cuervo‘ Larroque.
Pese a su tradición peronista, un espacio históricamente enfrentado con el radicalismo, la mandataria fue la oradora en el
acto que se realizó ayer en el auditorio de Parque Norte en la ciudad de Buenos Aires. ‘Nunca soñé estar entre tantas banderas radicales acompañando este proyecto nacional y popular‘, dijo Cristina. DyN, Télam y Efe

