Cristina desencajada, moviéndose constantemente en su sillón, girando su cabeza, sin saber qué hacer con sus manos. Y lágrimas difíciles de ocultar del resto de los legisladores que se conmovieron sin tapujos. Así vivió ayer la Cámara Alta la despedida del senador nacional de Juntos por el Cambio, Esteban Bullrich, que oficializó la renuncia a su banca con una estremecedora declaración que provocó llantos en plena sesión del Senado.
Bullrich dejó su banca como consecuencia de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa, que le dificulta el habla y la movilidad.
Cuando Bullrich terminó de transmitir su decisión, sorpresivamente, el jefe de bloque del Frente de Todos, José Mayans, presentó una propuesta para que se permita al senador del Pro continuar ejerciendo su función como legislador de manera remota, algo que fue apoyado por la vicepresidenta Cristina Kirchner. Tras meditar unos instantes, Bullrich agradeció la propuesta y el afecto brindado por la vicepresidenta y su equipo del Senado pero ratificó su posición de renunciar con el argumento de que fue una decisión "muy meditada" junto a su esposa e hijos, todos presentes en el recinto.
Con un llanto desconsolado, el senador transmitió una declaración en la que llamó a "tender puentes" y lograr "consensos" entre oficialismo y oposición a través de una voz en off que activó con ayuda de su esposa María Eugenia y los senadores Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri.
Previamente, la vicepresidenta Fernández de Kirchner comunicó la necesidad de apartarse del reglamento para permitir al senador de Pro expresarse mediante un sistema tecnológico no habilitado debido a las dificultades en el habla que padece Bullrich.
En ese lapso, la vicepresidenta olvidó el izamiento de la bandera y al percatarse de ello admitió que se había puesto "muy nerviosa" por ver al senador Bullrich, que ya desde su banca y con dificultad de movilidad le había pedido la palabra para formalizar su renuncia.
"Voy a seguir buscando un mejor país para mis hijos. Renuncio a mi banca con mucha tristeza y mi última actividad es este proyecto de educación inclusiva que busca igualar oportunidades".
El legislador comenzó su carta de despedida afirmando que "hace casi 20 años ejerce la política e intenta ser fiel a sí mismo y no mentirse". Parte de ese proceso, explicó mediante una voz masculina en off, "es aceptar la realidad con profunda humildad". "Con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa, quiero anunciar mi renuncia al cargo de senador de la provincia de Buenos Aires. Ser parte ha sido uno de los honores más grandes de mi vida", expresó. Ante un Senado conmovido que escuchaba en silencio, Bullrich pidió además a sus pares "no bajar los brazos" en la búsqueda de consensos y afirmó que los adversarios "nunca son enemigos".