Preso. Con una posición acomodada desde su infancia y una sólida formación en economía, Boudou, de 55 años, tuvo una meteórica pero breve carrera que se torció cuando, aún en el Gobierno, las causas judiciales comenzaron a acecharlo.

 

Cuando la clase política de Argentina sigue conmocionada aún por el escándalo de los coimas en la obra pública durante la era K, que destaparon los cuadernos del valijero Oscar Centeno, la Justicia volvió a poner tras las rejas ayer al exvicepresidente Amado Boudou, al dictar una condena histórica por corrupción en la causa Ciccone.

El hombre que acompañara en la Vicepresidencia de la Nación a Cristina Kirchner durante su segundo mandato (2011-2015) fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles de la función pública por la compra irregular de la imprenta Ciccone, la fábrica de hacer billetes. También se lo inhabilitó de por vida para ejercer cargos en la función pública.

Así, Amado Boudou se convirtió en el primer vicepresidente preso de la historia de Argentina.

La sentencia la dictó el Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 4 de Buenos Aires, integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel, María Gabriela López Iñiguez y Jorge Gorini, quien ordenó su detención inmediata. De hecho, Boudou volvió al penal y se le estableció una multa de 90.000 pesos y la "inhabilitación especial perpetua".

Fiel al relato kirchnerista, durante su alegato final, Boudou se declaró inocente, aseguró no haber cometido los delitos que se le acusan y denunció ser víctima de una persecución política por haber querido "transformar la realidad" del país. Habló de "revancha".

"Los políticos que caminan por el carril que los poderosos deciden caminan sin problemas, los que deciden transformar la realidad, son perseguidos inicialmente en forma mediática y después a través de parte del sistema de administración de leyes", alegó.

Tras las últimas palabras del que fuera ministro de Economía entre 2009 y 2011, su defensa intentó suspender el veredicto al argumentar que el juez Bertuzzi no podía intervenir en la causa por su supuesta parcialidad y por haber sido candidato del Gobierno a ocupar un cargo clave en la Cámara Federal, una petición que el tribunal rechazó.

Horas después de la lectura del veredicto, se dispuso el traslado del exvicepresidente al Complejo Penitenciario de Ezeiza, ubicado en la provincia de Buenos Aires. Será su segunda vez allí. Entre el 3 de noviembre de 2017 y el 12 de enero de este año, Boudou pasó 63 días en la cárcel de Ezeiza acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

Ahora, la investigación judicial por la fábrica de billetes apunta a que Boudou, junto a su socio José María Núñez Carmona, adquirieron la empresa quebrada Ciccone Calcográfica -luego denominada Compañía Sudamericana de Valores- cuando el primero era ministro, con el objetivo de imprimir billetes y documentación oficial.

A mediados de 2010, un juzgado comercial declaró la quiebra de Ciccone por deudas en concepto de impuestos, pero la Justicia levantó la quiebra tres meses después, a solicitud de la propia empresa, tras haber negociado un plan de pagos con la AFIP, y quedó en manos de la sociedad The Old Fund de Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro de Boudou.

De acuerdo al expediente, Boudou se habría aprovechado de su cargo y habría acordado junto a Núñez Carmona con los dueños de la imprenta la cesión del 70 % de la firma a cambio de la realización de los actos necesarios para que esta pudiera volver a operar y firmar contratos con la administración pública.

La Justicia acusó al exvicepresidente de implicarse de forma directa en el trámite de un plan de pagos al Fisco y de intervenir para que se levantase la quiebra de la empresa y obtener así el certificado fiscal para firmar contratos con el Estado.

 

Prisión preventiva por riesgo de fuga

El Tribunal ordenó la detención preventiva de Boudou sin esperar el fallo de segunda instancia de la Cámara de Casación Penal a pedido de la Unidad de Información Financiera (UIF). Este organismo antilavado teme que por su influencia política y poder económico, Boudou pueda fugarse o entorpecer la otra arista de la causa que la justicia seguirá investigando: la ruta del dinero. Tras la sentencia del juicio por su rol en la compra de Ciccone, Boudou afronta otras investigaciones por corrupción como la renegociación de la deuda de Formosa; la posesión de autos de alta gama y una investigación sobre irregularidades en viáticos del Senado. En otro expediente, el mismo magistrado investiga una posible falsificación de facturas en la rendición de viáticos por unos 20.000 euros que se habrían gastado en 2011 durante viajes oficiales a París, Francia, que Boudou realizó como ministro.

En tanto, el juez federal Sergio Torres procesó a Boudou por la compra directa de 19 autos de alta gama que fueron destinados a una flota oficial del Ministerio de Economía, que se habrían adquirido sin licitación.

El socio y el dueño
 

El Tribunal también impuso una pena de 5 años y medio de cárcel para Núñez Carmona por considerarlo "partícipe necesario" de esos delitos, y una de 4 años y medio para Nicolás Ciccone, exdueño de la empresa, como "autor penalmente responsable" de cohecho activo.

Resnick y Forcieri
 

Además, el Tribunal estableció una pena de tres años de cárcel para Rafael Resnick Brenner, por entonces jefe de asesores del Fisco, y una de dos años y medio para Guido Forcieri, entonces jefe del gabinete de asesores en el Ministerio de Economía, ambas también en suspenso.