La causa judicial a la que más le teme la flamante senadora nacional de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, desató ayer una embestida judicial que parece acercar a la realidad los miedos más profundos de la expresidenta: El juez federal Cladio Bonadio procesó ayer con prisión preventiva, pidió el desafuero para detenerla y embargó por 50 millones de pesos a Cristina Fernández, en la causa que investiga la supuesta “traición a la Patria” y el presunto “encubrimiento agravado” de los iraníes acusados del atentado a la AMIA que se inició por la denuncia que hizo el fiscal Alberto Nisman días antes de morir.
Bonadio procesó además con preventiva por los mismos delitos y con el mismo embargo al excanciller Héctor Timerman pero le concedió prisión domiciliaria por razones de salud
De un total de 16 indagados en la causa, Bonadio procesó a doce acusados, seis de ellos con preventiva y dictó la falta de mérito para cuatro. En esta causa que originalmente fuera desechada por el juez federal, Daniel Rafecas, también fueron procesados y detenidos ayer Carlos Zannini, Luis D”Elía, Fernando Esteche y Jorge “Yussuf” Khalil.
El dirigente del partido Patria Para Todos (PPT) y exjefe del grupo Quebracho, Fernando Esteche, permaneció prófugo por unas horas hasta que se entregó por la tarde en la comisaría 46 del barrio porteño de Retiro.
En tanto, Oscar Parrilli, Andrés Larroque, Juan Mena y Angelina Abonna fueron procesados sin prisión preventiva por el magistrado, quien dictó no obstante la prohibición de que salgan del país.
De todos modos, y pese a que Cristina llega debilitada al Senado porque el peronismo se dividió en dos bloques y quedó afuera del más fuerte que lidera Miguel Angel Pichetto, los senadores peronistas ya anticiparon que se aferrarán al principio del Senado de no otorgar el desafuero si no hay condena firme, por lo tanto, la detención de la expresidente no sería inminente y entraría en un laberinto judicial -ver página 15-. Igual, CFK salió con los tapones de punta contra el juez, afirmó que su orden de detención es un “exceso” y “viola Estado de derecho” y apuntó directamente contra el presidente Mauricio Macri por “orquestar” una persecución política en su contra.
Bonadio advirtió que Cristina Kirchner, su excanciller Héctor Timerman y su exsecretario Legal y Técnico Carlos Zannini “traicionaron a la Nación argentina”, al dictarles la prisión preventiva por riesgo de fuga y entorpecimiento de la pesquisa. El magistrado los procesó como coautores del delito de “traición a la Patria”, que prevé la prisión perpetua al considerar a los tres impulsores de la firma del Memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán por el ataque terrorista a la AMIA.
En su fallo el juez dio por probada la “existencia de una maniobra delictiva “un plan criminal” que tenía como finalidad normalizar la relaciones con Irán, a costo de provocar la impunidad de los ciudadanos iraníes”, buscados por el atentado a la AMIA del 18 de julio de 1994 que se cobró 85 vidas.
“Estos funcionarios, abusando de las facultades inherentes a los cargos que ocupaban, traicionaron los intereses nacionales tradicionales e históricos y los de las personas damnificadas por los atentados”, sentenció el juez.
El fallo de Bonadío remarca que Cristina aceptó pedidos de Irán rechazados anteriormente “por tener como fin buscar una salida política a la causa AMIA y lograr desincriminar a ese estado y a los acusados por el atentado”.
Según sostuvo Bonadio, para consumar el delito se tramitó la firma del fallido Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán, que fue aprobado por el Congreso Nacional pero luego la justicia declaró inconstitucional.
“Las pruebas recolectadas a lo largo de la presente, demuestran que los imputados utilizaron diferentes órganos del Estado -en este caso el Congreso de la Nación- para aparentar la legalidad del memorando y sus “buenas intenciones”, todo con el propósito de conseguir la aprobación del mismo”, se sostuvo.
Para Bonadio es “a todas luces falso” sostener que el memorándum de entendimiento “nunca tuvo vigencia” porque -según recordó- Interpol agregó una leyenda a las órdenes de captura contra cinco iraníes donde se advertía de la existencia de una negociación entre ambos países.
Nisman denunció a Cristina y a la mayor parte de los ahora procesados en enero de 2015, días antes de aparecer muerto de un balazo en la cabeza en el baño de su departamento de Puerto Madero.