El detenido exlíder de la barra brava de Independiente, Pablo “Bebote” Álvarez, ratificó ayer en la Justicia sus dichos sobre el dirigente camionero y presidente del club, Hugo Moyano, y su hijo Pablo Moyano, y amplió detalles acerca de sus acusaciones sobre maniobras de lavado de dinero.
Álvarez declaró como testigo durante más de tres horas ante el juez federal de Quilmes, Luis Armella, según fuentes judiciales.
En declaración testimonial, Álvarez aportó datos sobre empresas vinculadas al gremio de camioneros y al Club Atlético Independiente, a través de las cuales -según dijo- se lavaba dinero. Entre esas empresas que nombró como utilizadas para lavar activos, mencionó a Aconra, firma vinculada a la esposa de Moyano, Liliana Zulet.
Según pudo reconstruir la agencia de noticias Télam de fuentes del Juzgado Federal de Quilmes, el exjefe de la barra de Independiente también nombró otras empresas, como Garbarino, Acindar y Loma Negra.
Incluso, planteó que la dirigencia del club realizaba “aprietes” para hacerse de bienes de esas empresas y utilizarlos en obras de la entidad deportiva. El barrabrava también aseguró que en el club manejado por los Moyano se hacían figurar ingresos por montos inferiores a los reales y agregó que había diferencias de dinero en los registros de las compras de jugadores, aunque aclaró que tenía esa información por haberla leído en artículos periodísticos. De todas formas, aseguró que todos sus dichos se corroboran si se analizan los balances de la institución de Avellaneda.
En su testimonio en el juzgado quilmeño, el exlíder de la barra relató una trama de gastos exorbitantes para la compra de bienes y servicios para el club bajo el mando moyanista. Sin embargo, el representante legal de Moyano, el abogado Daniel Llermanos, consideró que Álvarez “no acompañó ninguna prueba de lavado de dinero ni de sobrefacturaciones”. “Agregó recortes de diarios e hizo referencia a reportajes para certificar que fue desplazado por Moyano porque pretendía ser presidente del Club”, sostuvo Llermanos.
Según la defensa de Moyano, el barrabrava culpó al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, por su detención.
Álvarez llegó al Juzgado Federal de Quilmes, a las 8.50, a bordo de una camioneta del Servicio Penitenciario Bonaerense. Se comprometió a continuar ampliando sus acusaciones contra el líder camionero, las que inició ante el juez de garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, quien lleva adelante una causa por asociación ilícita por la que están detenidos Álvarez, otros barrabravas y dirigentes de Independiente, como el vicepresidente primero, Noray Nakis.
El juez Armella se dedicará ahora a promover medidas para verificar la veracidad de los dichos de “Bebote”. Álvarez, uno de los principales líderes de barras que participó de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), fue citado como testigo por Armella a partir de sus dichos ante Vitale, y tras la imputación de Hugo Moyano, del secretario general de Independiente, Guillermo “Yoyo” Maldonado, y de directivos de Aconra, en el marco de una investigación que lleva adelante la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo. La acusación es haber montado una estructura dentro del club destinada a cometer delitos y a lavar dinero.
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El secretario general del gremio de camioneros, Hugo Moyano, dijo ayer que su situación judicial no lo “asusta” ni lo “atemoriza”. En declaraciones radiales, afirmó que está dispuesto a “enfrentar lo que venga” y le habló al presidente Mauricio Macri: “Si me quiere meter en cana que me meta”.