Mientras se escribe la resolución que definirá si la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibe su sexto procesamiento -el cuarto como jefa de una asociación ilícita-, la causa de los cuadernos de las coimas K abrió otro misterio. El juez federal Claudio Bonadio ordenó extraer testimonio de su expediente y que se investigue en tres causas diferentes por qué la hoy senadora tenía documentos históricos y hasta un bastón presidencial similar a los que se les entregaron entre las décadas del 50 y 60.
Según fuentes judiciales, las preguntas acerca del origen de esos objetos se lanzaron hace unos días en los tribunales porteños de Comodoro Py, luego de la llegada al juzgado de los efectos hallados en el allanamiento realizado en la casa de la expresidenta en El Calafate, Santa Cruz.
A quién habría pertenecido uno de los bastones que tenía Cristina es un interrogante que ahora se intentará desentrañar. Lo que más llamó la atención es que se trata de un bastón original de la firma Ricciardi, la joyería encargada de hacer esos atributos de mando desde 1932 hasta que llegó la democracia, señalaron fuentes del caso.
Fue por eso que algunos especularon con que podría incluso ser el bastón presidencial de Arturo Frondizi (1958-1962), que estaba en exhibición en el Museo de la Casa Rosada y fue robado, junto a la banda, en abril de 2009.