A 36 años de la guerra de las Islas Malvinas el sueño de reinstalar un vuelo entre Puerto Argentino y Buenos Aires parecería estar a la vuelta de la esquina. Los gobiernos de Gran Bretaña y la Argentina avanzaron sustancialmente en las últimas semanas en negociaciones diplomáticas secretas y en lo inmediato anunciarán la restitución de vuelos del continente a las islas.
Según ratificaron a Infobae diplomáticos de Londres y Buenos Aires, existe “un diálogo muy avanzado” para concretar en los próximos meses una ruta aérea sustentada en el comunicado conjunto que las administraciones de Mauricio Macri y Theresa May firmaron en el 2016.
¿Cómo será esa ruta aérea basada en el acuerdo bilateral?
En la práctica esto es: instrumentar conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países. En este contexto se acordó el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección. Así, a la escala mensual en Río Gallegos que hace hoy el vuelo que proviene de Chile y se dirige a Mount Pleasant se le sumará ahora una escala en Buenos Aires previo paso por Brasil o Uruguay. Fuentes diplomáticas de Itamaraty dijeron que Brasil no tiene inconvenientes en aceptar esta ruta aérea de Malvinas con una escala mensual en Buenos Aires “siempre y cuando” el gobierno de Macri avale esa idea.
“Este es un tema que estamos avanzando y resulta fundamental para la conectividad de las islas con el continente”, admitió el embajador británico en la Argentina, Mark Kent. Ni una palabra de más.
Desde la Cancillería argentina también ratificaron la información: “Estamos a punto de cerrar los detalles”, dijo un allegado al canciller Jorge Faurie.
De esta manera, se supo que ambos cuerpos diplomáticos están cerca de cerrar este acuerdo que será histórico después de la guerra como lo fue recientemente el proceso de identificación del ADN de 88 soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin como NN. En marzo, las familias de estos soldados viajarán a Malvinas para colocar las placas en las tumbas de los soldados identificados por la Cruz Roja Internacional.
Fuentes calificadas del Foreign Office británico y del Palacio San Martin coincidieron en destacar que aún faltan algunos detalles para concretar la reinstalación de los vuelos Buenos Aires-Malvinas. Entre esos detalles se cuentan las negociaciones que se entablaron con varias líneas aéreas para evaluar la viabilidad económica de esta ruta aérea.
Algunos diplomáticos optimistas creen que en menos de un mes estará listo el anuncio y otros creen que será en dos meses. También hubo funcionarios del Gobierno que admitieron que los documentos revelados por Infobae sobre el supuesto objetivo del submarino ARA San Juan que era vigilar objetivos británicos no creó en este momento una buena atmósfera para el anuncio de los vuelos.
“Queremos que esto ayude a generar mejores lazos entre nuestros pueblos. Además, existe un fuerte interés del turismo y de la historia que implica Malvinas”, reflexionó ante Infobae un vocero del Foreign Office.
¿Implicará este acuerdo una posibilidad de discutir sobre la soberanía de la Argentina en las islas?
Nada de ello. En el acuerdo que sellaron en el 2016 los gobiernos de Macri y May, ambos acordaron que la fórmula de soberanía del párrafo 2 de la Declaración Conjunta del 19 de octubre de 1989, “se aplica al comunicado conjunto y a todas sus consecuencias”. Así, se volvió a restituir la vieja fórmula del paraguas de soberanía en los diálogos bilaterales.
En este contexto se resolvió adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos.
Sobre estos temas se está conversando seriamente la posibilidad de que en un futuro no lejano haya una colaboración entre Gran Bretaña y la Argentina para vigilar la depredación de la pesca en el Atlántico Sur. “Podemos comenzar por un intercambio de información útil para ambos”, dijo una fuente de la Cancillería.
Por otra parte, desde Londres la diplomacia inglesa remarcó ante este medio que también hay posibilidades concretas de que se lleven adelante trabajos conjuntos de cooperación e investigación científica para la Antártida.
Tanto en Buenos Aires como en Londres los gobiernos están muy conformes con el nuevo clima de vínculos bilaterales que se generó en los últimos dos años. Esto implica la restitución de un diálogo que estaba quebrado, la profundización del flujo comercial, la cooperación en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico y lo que era menos pensado aún: la posibilidad de que los argentinos puedan tomar un avión de Buenos Aires a Malvinas 36 años después de la guerra.