El tribunal oral que juzgó a los quince imputados por la tragedia de República Cromañón, que provocó 194 muertos en 2004, dará a conocer hoy su veredicto y si bien habrá condenas, ninguno de los acusados iría preso este día pese a que la mayoría asistirán a la audiencia.

Esto surge de un relevamiento realizado entre abogados querellantes y defensores que intervinieron en el juicio por el suceso por causas no naturales que más víctimas dejó en la Argentina, y por las posturas que los propios jueces adelantaron.

La principal incógnita es si el Tribunal Oral Criminal 24, integrado por Raúl Llanos, María Cecilia Maiza y Marcelo Alvero, considerarán que los acusados actuaron con dolo (a sabiendas de que podían provocar una tragedia) o sin intención. Las figuras de "estrago doloso" o "estrago culposo" serán la clave que hará diferencia a la hora de dictar sentencia.

El principal imputado es el gerenciador de Cromañón, Omar Chabán, para quien la fiscalía pidió 23 años de cárcel por incendio seguido de muerte y cohecho (pago de coimas). Las querellas, en tanto, pidieron hasta 26 años de prisión y la defensa la absolución.

El abogado Pedro D’ Attóli, defensor de Chabán, explicó que, aunque su cliente y el resto de los juzgados sean condenados, no irán presos hasta que el fallo sea confirmado por la Cámara Nacional de Casación Penal, tal como lo establece el plenario conocido como "Díaz Bessone". Seguro que el fallo dejará disconformes a algunos por lo que se descarta que habrá apelaciones.

Al tratar ese caso, el tribunal estableció que, incluso ante delitos graves, el imputado puede permanecer en libertad si no hay peligro de fuga o de entorpecimiento de la causa.

D’Attóli confirmó que Chabán asistirá a la lectura del veredicto, que será a las 15 y se dividirá en dos tramos. En el primero, de una media hora, se anunciarán las penas y eventuales absoluciones para los 15 imputados, y las calificaciones legales para cada uno de ellos. Luego de eso, se pasará a un cuarto intermedio y aproximadamente una hora más tarde se dará a conocer una síntesis de los fundamentos de la sentencia, lo que, según fuentes judiciales, insumirá entre tres y cuatro horas.

Esta parte sustancial del juicio tendrá lugar en la misma sala donde en 1985 se juzgó a las Juntas Militares.

Ayer, después de haber sostenido durante toda la semana pasada que no asistirían a la lectura de la sentencia "para evitar el circo y el nivel de agresividad de las querellas", los integrantes de Callejeros, decidieron estar presente hoy en la última instancia del juicio.

"Aunque pueden ser objeto de agresiones, no quieren dejar de dar la cara y que después digan que son indiferentes a este proceso", dijo el abogado de la banda, Manuel Gutiérrez que reconoció que "aunque los músicos están convencidos de su inocencia, no dejan de estar preocupados por las penas pedidas".

Patricio Santos Fontanet, líder del grupo, Daniel Cardell, Juan Carbone, Cristian Torrejón, Elio Delgado y Eduardo Vázquez habían planeado, en principio, juntarse para seguir el veredicto por TV.

También estará presente el ex guitarrista de la banda Maximiliano Djerfy, quien fue echado del grupo cuando comenzó el juicio y mantiene diferencias con el resto, entre ellas por la realización de shows.

También, se espera ver en la sala a Raúl Villareal, ex mano derecha de Chabán, a los ex jefes de la seccional séptima de la Policía Federal, Carlos Díaz y Miguel Angel Belay y a los tres ex funcionarios porteños juzgados: Fabiana Fiszbin, Gustavo Torres y Ana María Fernández.

José Iglesias, cuyo hijo murió en Cromañón y representa a la mayoría de las víctimas, dijo que espera que el fallo del tribunal "se acerque lo más posible al alegato", en el que solicitó penas de hasta 26 años, y que se mantenga la figura de "estrago doloso".

"Podría haber condenas por homicidio culposo, pero eso sólo lo aceptaría para los ex funcionarios, no para Chabán y Callejeros y el ex comisario Díaz", remarcó.

La tragedia en Cromañón ocurrió el 30 de diciembre de 2004, cuando Callejeros tocaba en el local de Bartolomé Mitre 3060 del barrio porteño de Once y un grupo de jóvenes aún no identificados arrojó bengalas que incendiaron el techo. Esto provocó la eliminación de gases como cianuro de hidrógeno (ácido cianhídrico), dióxido y monóxido de carbono que ocasionaron que 194 personas murieran por asfixia, intoxicación y quemaduras en las vías aéreas.