Tras admitir que el Mercosur ha pasado a "un plano menor" para Brasil, el experto en política internacional, Jorge Castro, evaluó que el vínculo comercial de Argentina con ese país "ha terminado una etapa", lo que no va a cambiar sea quien sea el ganador de las elecciones presidenciales del próximo 3 de octubre.

En diálogo con DIARIO DE CUYO, Castro consideró que Brasil continuará su rumbo ascendente entre las potencias mundial, porque es algo que "responde a razones estructurales" que no van a modificarse, gane José Serra o su rival Dilma Rousseff, la candidata presidencial oficialista respaldada por el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

-¿Cuál es la principal dificultad que puede tener el candidato presidencial José Serra para imponerse ante la aspirante oficialista, Dilma Rousseff?

-La principal dificultad es que Serra todavía no logra diferenciarse frente a la candidatura de Rousseff, cuando el electorado brasileño empieza a advertir que es ella la verdadera sucesora del presidente Lula, quien tiene un respaldo del 86 por ciento y una economía que creció a una tasa del 10 por ciento anual en los cuatro primeros meses del año.

-¿Existen diferencias ideológicas entre ambos candidatos?

-No. Serra procura establecer que no va a haber ningún tipo de modificación sustancial con respecto a los ocho años de Gobierno de Lula. Brasil ha entrado en un sendero de continuidad y profundización de líneas de inserción en el sistema de poder mundial que no se modifican cualquiera sea el resultado de las elecciones.

-¿Cuáles son las herramientas de campaña que pueden beneficiar a Serra?

-Serra realizó una gestión muy notable cuando fue gobernador de Sao Paulo y terminó su mandato en abril con un respaldo del 56 por ciento, en un estado que supone más del 40 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil. Es una figura que probablemente tiene el mayor nivel de respaldo en Brasil, después de Lula.

-¿Alguno de los candidatos puede cambiar la economía de Brasil?

-Serra advierte la necesidad de disminuir drásticamente el déficit fiscal y aumentar la inversión en el desarrollo de infraestructura con el objetivo de multiplicar las exportaciones brasileñas. Sostiene que, no obstante su crecimiento extraordinario, las exportaciones están por abajo del potencial de Brasil frente a una economía mundial en expansión.

-¿En este contexto, puede salir perjudicado el Mercosur?

-Serra propone terminar con el Mercosur como unión aduanera, de modo de permitirle a Brasil establecer acuerdos de libre comercio con los grandes centros de acumulación mundial: EEUU, la Unión Europea, China y otros países asiáticos. El Mercosur es esencialmente Brasil. Es el 67 por ciento del producto bruto regional. Su principal socio comercial ya no es EEUU y tampoco Argentina, sino China. Hay una nueva inserción de Brasil en el sistema mundial, sobre todo a partir de la crisis.

-¿Entonces la relación comercial con Argentina puede disminuir?

-El Mercosur ya ha pasado a un plano menor. Las exportaciones que Brasil hace a los países del Mercosur, más bien dicho a Argentina, es significativamente menor que en la década del 90. El total de las exportaciones brasileñas que se dirigían al Mercosur, esto es a Argentina, era entre el 13 y 15 por ciento. En este momento es entre el 7 y 9 por ciento.

-¿Rousseff tendría menos margen de negociación que Lula para con la economía argentina?

-Lo que parece es que Lula ha hecho una excepción para con la economía argentina. Todo indica que cualquiera sea el candidato que triunfe en noviembre, una etapa de la relación entre Brasil y Argentina ha terminado. Brasil se dirige cada vez más a jugar y a actuar en un plano global más que en un plano regional, por lo tanto el vínculo con Argentina es cada vez menor. Brasil ha cambiado de naturaleza en la estructura del poder mundial.

-¿Alguno de los dos candidatos puede suponer un riesgo de que se frene el camino emergente de Brasil a nivel mundial?

-La participación de Brasil en la nueva estructura de poder mundial, junto a EEUU, China e India, responde a razones estructurales y esto no se modifica, cualquiera sea el presidente que asuma en el Palacio de Planalto a partir de enero del año que viene.

-¿En qué sectores de la sociedad brasileña tiene más aceptación Rousseff?

-Por un lado los sectores de menores ingresos, en donde el respaldo a Lula tiene un carácter plebiscitario masivo. El respaldo a Rousseff es el respaldo a Lula. Y, por el otro, el gran empresariado brasileño y el sector financiero también respaldan inequívocamente a Lula y a Roussefff. Hay una identificación creciente de su candidatura o de su personalidad con Lula. Es evidente que, fuera de Lula, la única figura que tiene en este momento el Gobierno es la antigua jefa de la casa civil, la jefa de Gobierno, Dilma Rousseff.

-¿Puede esperarse una depreciación del real con un eventual gobierno de Serra?

-Serra quiere disminuir el tipo de cambio, que es el resultado de una extraordinaria apreciación del real (la moneda brasileña), que es consecuencia del ingreso extraordinario de capitales líquidos a Brasil, incluyendo la inversión extranjera directa. La cuestión es que precisamente por eso, Serra establece como prioridad la necesidad de disminuir el tipo de cambio real a través de un aumento de las exportaciones para multiplicar la presencia brasileña en el mercado mundial a través de desarrollo de exportaciones industriales, que es lo que ha quedado en rezago frente a la apreciación del real.

-¿Que tan presente va a estar la participación de Lula en un eventual gobierno de Rousseff?

-La campaña que está haciendo Rousseff se formula en los siguientes términos: "se necesita un tercer mandato de Lula". Parece indicar que efectivamente Lula va a tener una gran influencia.

-¿Qué tan presente está la sed de reelección en la clase política de Brasil?

Absolutamente presente. Todos los políticos del mundo son iguales.