Un grupo de manifestantes ingresó y atacó con palos y piedras el consulado argentino en Santiago de Chile durante una protesta mapuche que tenía entre sus consignas un reclamo por Santiago Maldonado, por lo que el gobierno de Mauricio Macri condenó el hecho y transmitió su "grave preocupación" al Ejecutivo de Michelle Bachelet.
El embajador en Chile, José Octavio Bordón, confirmó que los atacantes rompieron la reja de ingreso a un patio trasero del edificio, destruyeron un automóvil y rompieron vidrios, y dijo que "algunos de ellos portaban hondas".