La manifestación espontánea de docentes, jubilados y trabajadores públicos de Santa Cruz que reclamaban el pago de los sueldos de marzo frente a la gobernación finalizó con serios incidentes y al menos tres personas heridas.
Alertados sobre el ingreso a la residencia oficial de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, muchas personas se fueron acercando al lugar con pancartas alusivas para manifestar su descontento con la gestión actual.
"Compañeros, estamos afuera de casa de Alicia en la cuadra siguiente a casa de Gobierno. Está adentro Cristina con Alicia. ¡Vengan! ¡Venga el que pueda! ¡Los necesitamos! Están llegando los docentes, nos estamos juntando, por favor que los padres también nos acompañen. QUEREMOS SOLO DIALOGAR CON ALICIA Y SER ESCUCHADOS…¡DIFUNDAN!", decía el mensaje que se viralizó a través de celulares y redes sociales para convocar a la gente.
Minutos antes de la medianoche, un grupo de manifestantes quiso ingresar a la residencia oficial donde se encontraban resguardadas Alicia y Cristina Kirchner, lo que derivó en el inmediato accionar de los efectivos policiales que se encontraban en el lugar.
De manera violenta, lanzando un gran número de gases lacrimógenos y disparando balas de goma en dirección a la multitud, los agentes de seguridad intentaron disipar la convocatoria e hirieron al menos a tres personas, entre ellas un reportero gráfico que trabajaba en el lugar.
Algunos de los movilizados respondieron a las agresiones arrojando piedras, mientras la mayoría huyó en busca de un lugar seguro donde permanecer alejados de cualquier peligro.
Los cruces continuaron a lo largo de la madrugada e imposibilitaron la salida de Cristina Fernández de Kirchner, a quien intentaron evacuar del lugar durante uno de los momentos más tensos del enfrentamiento, aprovechando la poca visibilidad generada por los gases arrojados por la policía. Sin embargo, sólo pudieron llevarla, junto a su cuñada, a un edificio perteneciente a la gobernación que se encuentra frente a la residencia oficial.