Buenos Aires, 22 de septiembre.- La jueza de la Corte Suprema de
Justicia Carmen Argibay volvió hoy a exhortar a los legisladores a
que traten los proyectos de despenalización del aborto y advirtió
que se trata de un problema que afecta en especial a "mujeres
jóvenes, pobres e ignorantes" sin acceso a educación ni a métodos anticonceptivos.

"Yo no defiendo el aborto, no soy abortista ni ando
persiguiendo a las mujeres embarazadas para que aborten", resaltó la jueza, y enfatizó que las complicaciones por la interrupción de la gestación en los sectores empobrecidos de la sociedad "es una tragedia" porque "es causa de muerte materna muy alta" en el país.

Argibay, en declaraciones a radio Continental, advirtió que el
"el problema del aborto es el problema de mujeres jóvenes, pobres
e ignorantes" y alertó que eso no sucede en los sectores medios y altos, con recursos económicos y educativos.

La magistrada agregó que "cuando uno tiene los medios, no
tiene problemas" y dijo no entender cómo todavía este tema sigue
siendo "tabú".

La magistrada insistió también en pedir al Congreso que
discuta proyectos relacionados con la problemática.

"Había una iniciativa que no sé si tenía media sanción en
Diputados, pero no se pudo tratar en el Senado. Hay una cantidad de influencia terrible", se quejó.

La jueza dijo que le "gustaría que nadie tuviera que abortar",
pero remarcó que en la práctica parece ser el único horizonte que
queda a los sectores más postergados, luego del "fracaso" en
materia educativa y en la provisión de métodos anticonceptivos.

"Dado que fracasamos en la parte de educación sexual, que es
obligatoria o debería serlo, por lo menos, en las escuelas para que
la gente tenga información", completó.

En ese sentido, resaltó: "También fracasamos con la provisión
de anticonceptivos para que la gente no quede embarazada si no
quiere, muchas veces a las mujeres la única salida que les queda es el aborto".

Añadió que la interrupción del embarazo es "una desgracia,
además de ser sumamente traumática para cualquier mujer".

"Es una decisión que sólo la puede tomar una persona, que es
la persona interesada, nadie más la puede tomar por ella, pero para eso tiene que estar informada, tener educación, los medios, los conocimientos", insistió.

Para Argibay, lo que está faltando en el país es una
"discusión" profunda sobre este asunto. "Cuando se empieza a hablar del tema, aparece quien quiere proponer ideas o dar información y otros, que se limitan a insultar al contrario, al que piensa distinto y no debaten nada", lamentó.

La integrante de la Corte propuso asimismo "cambiar el eje de
la cuestión y decir: ‘Esto tiene que ver con la igualdad y
dignidad de libertad para las mujeres’".

Argumentó en ese sentido que, si no hay una clara conciencia
social del problema y un cambio de actitud, "a una criatura de 12
años violada, a veces por parientes o alguien de la casa, la
obligamos a ser madre, a cargar con una criatura que ella no sabe ni siquiera qué tiene que hacer, ni entiende, y le condicionamos el
resto de su vida".

"Cuando (esa adolescente) todavía no ha logrado probamente
entrar ni siquiera en el colegio secundario, va a ser discriminada
seguramente en su ambiente, cuando es una víctima de un hecho
violento del que ella no tiene nada que ver", concluyó.

La magistrada efectuó así declaraciones dos veces sobre el
asunto en los últimos días y las realizó luego de que ayer una
organización no gubernamental presentara en la Legislatura porteña los primeros resultados obtenidos de las consultas telefónicas a una línea creada para dar información sobre la interrupción farmacológica del embarazo.