La pandemia del coronavirus puede provocar este año la primera bajada en la historia del Índice de Desarrollo Humano (IDH), un indicador que elabora la ONU desde 1990 para medir el progreso global en educación, salud y estándares de vida.

Hasta ahora, ninguna crisis en los últimos 30 años había hecho retroceder el IDH a escala mundial, pero eso se acabará previsiblemente en 2020, según un informe presentado ayer por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Pero otro informe elaborado en Argentina, le pone cifras a este panorama gris: al final de 2020 unos 756.360 niños, niñas y adolescentes (NNYA) más habrán caído en situación de pobreza en relación al último semestre del año anterior por la crisis del nuevo coronavirus, según un informe de Unicef.

Estas proyecciones se basan en las estimaciones de la caída del PBI y de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

En el marco de una teleconferencia de prensa de la que participaron una treintena de periodistas de todo el país, la organización alertó sobre el crecimiento de la pobreza infantil monetaria en Argentina, que en el segundo semestre de 2019 afectaba al 53% de los NNYA y podría escalar al 58,6% hacia fines del 2020; mientras que la pobreza extrema treparía del 14.1 al 16,3% en el mismo período.

Unicef recomendó mantener hasta fin de año el bono extra de 3.103 de las AUH.

En ese sentido, la representante de Unicef en la Argentina, Luisa Brumana, y la adjunta, Olga Isaza, llamaron a fortalecer las políticas de protección social a poco de cumplirse 80 días de conocerse el primer caso de Covid-19 en el país y a dos meses de implementarse el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

El estudio "Efectos del Covid-19 sobre la pobreza infantil y la desigualdad en Argentina" plantea que, de cumplirse una caída del PBI esperada de 5,7 puntos, la cantidad de NNYA pobres pasaría de 7 millones en 2019 a 7,7 millones hacia finales de 2020; y la pobreza extrema, de 1,8 a 2,1 millones.

Por otro lado, el análisis muestra fuertes desigualdades, dado que la incidencia de la pobreza aumenta significativamente cuando las niñas, niños y adolescentes residen en hogares donde la persona adulta de referencia está desocupada (94,4%), con un trabajo informal (83,9%), con bajo clima educativo (92,9%), migrantes internacionales (70,8%) o con jefatura femenina (67,5%). Además, si la vivienda está localizada en una villa o en barrios populares, la incidencia de la pobreza en 2020 alcanzará a nueve de cada 10 niñas y niños, de acuerdo al informe.

"Los datos nos muestran que el Covid-19 impacta con más fuerza en las poblaciones vulnerables, amplía las brechas de inequidad que ya había en el país y aumenta los niveles de pobreza entre las niñas, los niños y adolescentes, las víctimas ocultas de la pandemia", señaló Brumana. Ante este panorama, Unicef planteó tres recomendaciones: aumentar el poder adquisitivo de la Asignación Universal por Hijo (AUH); ampliar la base de los programas de protección social flexibilizando las condicionalidades; e implementar políticas específicas que complementen estos programas y tengan en cuenta la situación de los NNYA que residen en hogares con una prevalencia de pobreza mayor.

Por otro lado, Isaza alertó que ya antes de la pandemia había "500 mil NNYA con rezagos en el pago de las AUH por no poder acreditar las condicionalidades" de escolaridad y controles de salud y pidió que estas "dejen de ser punitivas" para que "si las familias no presentan los certificados, se le pague igual el 100% o que se eliminen" esos requisitos.

El estudio sobre la pobreza infantil y la desigualdad en la Argentina se basa en datos oficiales y públicos del Indec. Se trabajó con el período 2004-2019, tratando de respetar la homogeneidad metodológica de la Encuesta Permanente de Hogares que es de donde surgen los datos de pobreza general e infantil (total y extrema) que se emplearon en las estimaciones.

Un informe de Unicef, con datos del Indec, vaticina que crecerá hasta el 58,6% la pobreza entre niños y adolescentes.

 

Rosario

77  asesinatos se registraron en Rosario en lo que va del año. Ayer, mataron a un joven, el octavo crimen en la cuarentena.

 

 

 

> 10 millones, al borde de morir de hambre

 

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió ayer que, de acuerdo a sus últimas estimaciones, otros 10 millones de niños más en todo el mundo podrían enfrentarse este año a desnutrición aguda como consecuencia de la pandemia de coronavirus, lo que los dejaría a un paso de morir de hambre.

La PMA sostiene que la forma más grave de desnutrición entre los niños podría aumentar en un 20% como resultado del brote, debido al impacto que éste está teniendo en las familias más vulnerables, que dependen de trabajos diarios o remesas para subsistir.

Los confinamientos y medidas restrictivas relacionadas con la Covid-19, la enfermedad que causa el nuevo virus, "están socavando severamente los medios de vida, exacerbando las amenazas existentes como conflictos y sistemas de salud débiles, lo que hace que sea especialmente difícil para las familias de las naciones más pobres pagar una dieta nutritiva", señala el comunicado.

La directora de nutrición del PMA, Lauren Landis, advirtió que "si no actuamos ahora, nos enfrentaremos a una devastadora pérdida de vidas, de salud y de productividad en las generaciones futuras".

"Recibir la nutrición adecuada ahora determinará si las consecuencias de la Covid-19 para los niños se dejarán de sentir durante meses, años o incluso décadas", agrega el comunicado.

La agencia de la ONU recuerda que los niños desnutridos, especialmente los menores de 5 años, corren el riesgo de figurar entre las primeras víctimas de la pandemia y sus efectos socioeconómicos, puesto que son más vulnerables a las enfermedades y tienen menos capacidad de reaccionar.

La desnutrición aguda es provocada por un consumo inadecuado de alimentos o por enfermedades, o ambos, lo que causa en el niño una pérdida repentina de peso que, de no ser tratada a tiempo, puede llevar a la muerte, destaca el comunicado.