La polémica por el canje en efectivo de los pasajes de los legisladores venía levantando temperatura, incluso Mauricio Macri salió a marcar la cancha y tanta discusión apuró las reuniones para buscar una salida.
El debate se metió este martes en la Casa Rosada, durante un almuerzo entre Marcos Peña, Gabriela Michetti y Rogelio Frigerio con los jefes de los bloques de senadores. Y en Diputados, Emilio Monzó -titular de la Cámara- convocó para este miércoles a los titulares de todas las bancadas para intentar consensuar una resolución. En los dos casos será con la dirección de eliminar los canjes y compensar esa suma con un aumento de sueldo o un adicional por movilidad.
En el inicio de la comida en el primer piso de la Casa Rosada los anfitriones pidieron a los senadores que plantearan las inquietudes y críticas que tuvieran. Ya disfrutaban el lomo con papas bravas cuando Miguel Pichetto arrancó con la polémica de los canjes. “Nosotros no tenemos nada que ocultar”, esgrimió el jefe de bloque del PJ, y remitió a una reunión a comienzos de 2016, en la que se acordó que los adicionales por tramos aéreos de algún modo compensarían el “atraso” de los sueldos de los senadores respecto del resto de los funcionarios del Estado.
Hubo coincidencias en torno a explorar como salida blanquear ese beneficio como parte del sueldo o por movilidad, lo que implicaría un aumento. Pichetto lo había adelantado:“Hay que tener una remuneración acorde a la tarea y eliminar todo concepto adicional que embarre la cancha”. En el Salón de los Científicos, sentado a la derecha de Peña, el senador insistió con ese concepto y con la propuesta de equipararlo a un camarista federal, con un salario de entre $180.000 y $ 230.000. Actualmente los legisladores cobran entre $105.000 y $120.000. “El consenso mayoritario es tener un sistema transparente”, contó el macrista Federico Pinedo.
“En el Senado hay una planificación con la que venimos transparentando el presupuesto, con decisiones por consenso. Sigamos con este sistema”, respondió Michetti a los senadores. La vicepresidenta convocará a una reunión la semana próxima, para explorar alternativas para eliminar los canjes de tramos aéreos y terrestres por efectivo. Una es incorporar una suma por movilidad, con montos de acuerdo a cada región y con una clave para cada senador o una especie de tarjeta corporativa para Aerolíneas. Otra es aumentar el sueldo con un parámetro de otro poder, como pidió Pichetto. “Resolveremos la opción más transparente posible, clara para la ciudadanía y justa para los senadores”, dijo a Clarín uno de los referentes macristas.
En Diputados, acaso porque allí arrancó la polémica con un ránking liderado por Elisa Carrió -en 2017 canjeó pasajes por $ 355.800 y empató con el peronista Alberto Roberti-, Monzó apuró la convocatoria a los jefes de bloque para avanzar en una salida también por consenso. El oficialismo impulsará terminar con la opción del canje en efectivo y sumar un adicional por movilidad, también mayor para los diputados de las provincias más distantes de la Capital. Si avanza, restará definir el monto del nuevo ítem y los mecanismos de rendición.
“Si no les alcanza el sueldo, que pidan uno mejor”, había dicho Macri. De algún modo, le hicieron caso. Al término del almuerzo en la Casa Rosada hubo coincidencia en las declaraciones. “La dieta no puede ser menor a la de un subsecretario o un juez de Cámara, está totalmente relegada. Hay consenso en que esto hay que blanquearlo”, aseguró Pino Solanas. “Habría que buscar un mecanismo que evite que los senadores fijen su propio salario”, marcó Pinedo.
Aun con ese acuerdo de los distintos bloques para un “blanqueo” que implicaría un aumento de sueldo, en la Casa Rosada advirtieron que habrá un costo político al avanzar con la medida.Cada Cámara puede tomar una salida diferente, aunque Michetti y Monzó cruzan borradores para acercar los criterios.