El Concejo Deliberante de la ciudad de San Luis aprobó ayer el uso de lenguaje inclusivo para la redacción de ordenanzas y publicaciones, en una votación dividida que apoyó el Partido Justicialista, rechazó el bloque opositor de Unidos por San Luis, y los concejales de la UCR se abstuvieron.
La iniciativa fue de la concejala Paulina Calderón, presidenta del cuerpo, quien dijo a Télam que "se pretende que, a la hora de redactar proyectos como ordenanzas, pedidos de informes, interpelaciones, publicaciones y comunicación oficial, se considere esta nueva modalidad de escritura".
Inicialmente el proyecto fue presentado como una ordenanza para establecer la utilización del lenguaje, pero el debate en el recinto fue pospuesto en dos oportunidades para "crear un criterio único" ante la polémica generada.
El encargado de defender el proyecto fue el concejal justicialista Alejandro Cordido, indicando que "parece que no debería despertar controversia, pero nos damos cuenta de la potencia y de la problemática que plantea hacia la política".
Sostuvo que el tema debe ser abordado de una "forma crítica" y trajo a colación la resolución del Ministerio de Salud de la Nación, que adoptó durante esta semana el uso de ese lenguaje.
Por su parte, el presidente del bloque Unidos por San Luis, Guillermo Araujo señaló que existen dos argumentos que sobresalen en ambas posturas, a favor y en contra. "La primera es que el lenguaje cambia y se adapta, más en un país como el nuestro que nunca vivió un purismo dialéctico". Y el segundo es que "no se impone", indicó Araujo.
Usó el ejemplo de la alta deserción escolar que existe en la provincia argumentando que "como podemos pretender que aprendan el lenguaje, cualquiera sea, si no van a la escuela. Requeriría una alta conciencia gramatical, uso de sinónimos, cambios de sujetos en las oraciones, etc. Caemos en la paradoja de que el lenguaje inclusivo se vuelve excluyente", completó.
Calderón, resaltó un pasaje de un trabajo de Cristina Peri Rossi, galardonada con el Premio Miguel de Cervantes, y dijo que el lenguaje "no es ingenuo o neutro".
"El proyecto tiene la idea de seguir poniendo en debate el lenguaje. Tampoco está cerrado, se reconocen las modalidades que pueden existir, como escribir con la x con la e, la arroba, de manera no sexista", manifestó.
A su vez, declaró que el lenguaje "no es inocente" ya que "cuando usamos las palabras lo hacemos con un sentido y hay un uso de poder en esas palabras".
"El lenguaje inclusivo tiene una intención de incomodar, a la hora de sentarnos a escribir, vamos a sentarnos a pensar dos veces en cómo lo escribimos o qué decimos, y ese es el espíritu de la norma", concluyó Calderón.
Fuente: Télam