El secretario general de la la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, fue desplazado por un dirigente cercano a Máximo Kirchner tras casi 20 años de conducción. Abel Furlán, titular de la Seccional Campana, consiguió el apoyo de la mayoría de las 54 seccionales en medio de un malestar general con la conducción de Caló, cercano hoy a Alberto Fernández.
Como adelantó Infobae, Caló dio un paso al costado y resignó un nuevo mandato de cuatro años al frente del gremio, al aceptar no presentarse en la votación de los 290 electores que este mediodía consagraron una única lista, por unanimidad, liderada por Furlán, a quien secundará Naldo Brunelli, titular de la Seccional San Nicolás, un histórico dirigente que se mantiene en su cargo desde 1973.
Caló estaba seguro de que iba a tener la mayoría de electores de su lado. No imaginó que una rebelión interna se estaba gestando al calor de una renovación generacional y, a la vez, del impulso político de dirigentes de la UOM que se sienten más cerca de las ideas de Cristina Kirchner.
Además de Furlán, ex diputado del Frente para la Victoria y cercano al hijo de la Vicepresidenta, se referencian en el kirchnerismo Daniel Daporta, el nuevo titular de la Seccional Avellaneda; Adrián Pérez, flamante líder de la Seccional Quilmes, que le ganó a Francisco “Barba” Gutiérrez, con 38 años en su puesto, y Diego Espeche, revalidado en las urnas como jefe de la Seccional San Miguel.
La noticia sobre el desplazamiento adquiere mayor relevancia en el mundo sindical porque es la primera vez, desde los legendarios líderes metalúrgicos Augusto Vandor y Lorenzo Miguel, que la Seccional Capital no estará al frente de la UOM. Y, además, que pierde ante una coalición de seccionales disidentes que cuestiona su conducción y tiene otro alineamiento político.