El presidente Alberto Fernández recibió ayer por la tarde en la Casa Rosada a integrantes de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), con quienes dialogó sobre las propuestas de la entidad fabril para transformar la recuperación económica en "crecimiento sostenido", contenidas en el denominado Libro Banco.
Fue Cecilia Todesca, subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales de Cancillería, quien explicó ante los empresarios que la renta inesperada "no es contra nadie. Es (para) un conjunto muy pequeño de empresas y son ganancias superextraordinarias".
"Es una buena alternativa para poner sobre la mesa y hay que ver cuando esté el proyecto en concreto. No es en contra de nadie, sólo hablamos de aquellas empresas con ganancias superextraordinarias vinculadas con esta coyuntura particular de aumentos de los precios", explicó Todesca, ya a la salida, al ser consultada por la prensa.
Desde el Gobierno nacional, el impuesto a la "renta inesperada" fue blandido por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el contexto de la presión de la inflación, de la guerra en Ucrania y de la "otra guerra" interna contra los aumento de precios.
Oficialmente, el mensaje fue que Gobierno y empresarios no hablaron de la renta-impuesto bautizada por el ministro de Economía, que participó del encuentro. La excusa formal de la cita que solicitó la UIA fue la presentación empresaria ante el presidente del Libro Blanco, elaborado por la central industrial, que contiene sus propuestas.
Junto al presidente Alberto Fernández, además de Todesca y el propio Guzmán, estuvieron Juan Manzur, jefe de Gabinete; Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo y Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos y hombre fuerte del Consejo Económico Social.
Por la unión empresaria, su titular Daniel Funes de Rioja; el vicepresidente de Desarrollo Industrial, Luis Betnaza; el vicepresidente regional, Adrián Kaufmann Brea; el secretario, Miguel Ángel Rodríguez; y el vicepresidente Guillermo Moretti.
El encuentro comenzó alrededor de las 16.30 en Casa de Gobierno. El Presidente se sumó unos minutos después de empezada la charla.
"Vamos a opinar (sobre la renta inesperada) cuando tengamos el proyecto. A priori no estamos a favor de nuevos impuestos", deslizó Funes de Rioja.
Entre las propuestas que presentó la UIA ante Fernández, fueron incluidos el contrato laboral de emergencia por dos años y el pedido de incentivos.
Gobierno e industriales hablaron de los problemas de la recuperación: inversiones, importaciones y exportaciones surcaron la agenda. Hubo un pedido de ampliar los cupos de dólares para importar.
También se tocó la preocupación empresaria por el abastecimiento de energía. "No queremos que se interrumpa la producción, si hay problemas podemos hacer un esquema de autoadministración, con vacaciones adelantadas", dijeron fuentes empresarias. "Puede haber problemas en algunos casos con el gas", advirtieron también.
Durante la reunión, Funes de Rioja valoró el recibimiento del Gobierno nacional, la predisposición "a dialogar" y destacó la "recuperación vigorosa de la actividad industrial".
"Hablamos entre otros temas de la cuestión minera, de las compras del Estado, el transporte y de la energía, en especial de gas para la industria, porque hay empresas de procesos continuos que no pueden parar", dijo el titular de la UIA durante un contacto mantenido con la prensa luego de la reunión.
Sobre Vaca Muerta
Funes de Rioja contó que propusieron a Alberto que el próximo Día de la Industria, el 2 de septiembre venidero, la celebración se lleve a cabo en Vaca Muerta, en la cuenca neuquina, como una manera de resaltar "la apuesta muy fuerte que se está haciendo en el tema energético, que es muy serio".