Buenos Aires, 31 de marzo.- La medida, que en principio había sido anunciada por los gremios del transporte, se extendió a otros sectores con poder paralizante: camioneros, bancos, estaciones de servicio y judiciales, entre otros.
En Buenos Aires algunos grupos de izquierda lanzaron un cronograma de cortes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, lo que genera un impacto aún mayor.
El epicentro de la huelga es el transporte: el paro es total en colectivos, trenes, subtes, Premetro y aviones. El único medio habilitado para que las personas se trasladen son los taxis.
El reclamo se ve potenciado por la adhesión de la CGT Azopardo, de Hugo Moyano ; la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo; la CTA disidente, de Pablo Micheli; bancarios; los docentes de Udocba y la Federación de Educadores Bonaerenses; Asociación de Trabajadores del Estado (ATE); maquinistas y señaladores ferroviarios.
El apoyo de Camioneros provoca que tampoco haya reparto de mercaderías, recolección de residuos ni transporte de caudales. Esto podría generar algún faltante en los cajeros automáticos. Además los bancos van a estar cerrados durante todo el día.
La actividad también se verá disminuida en los tribunales. El sector sindical que lidera Julio Piumato anunció su adhesión a la medida de fuerza.
Por obligación, las escuelas tendrán sus puertas abiertas aunque es posible que los chicos tengan varias horas vacías. Son varios los gremios docentes que anunciaron su participación en las medidas de fuerza.

