La recién nacida sustraída el viernes a la mañana del hospital de Tartagal fue hallada abandonada en la madrugada de ayer a la intemperie, en un barrio de esa ciudad del norte salteño, tras lo que fue reconocida por sus padres y se le realizaron exámenes que determinaron que se encuentra en buen estado de salud, mientras sigue la investigación para determinar quién se la llevó.
"Queremos agradecer a la comunidad, sobre todo la intervención de quienes permitieron recuperar a la bebé con vida", dijo ayer el coordinador de fiscales de Salta, Pablo Rivero.
La recién nacida desapareció el viernes, a las 7 de la mañana, y fue recuperada ayer, alrededor de la 1 de la madrugada, en el barrio tartagalense Roberto Romero, cuando un vecino escuchó ladrar a los perros y decidió salir a ver por qué lo hacían.
Alumbrado por la linterna de su celular, el joven de 18 años dio con la beba en un baldío, por lo que alertó a su tía, quien a su vez le dio aviso al Sistema de Emergencias 911 y efectivos policiales se desplazaron inmediatamente al lugar.
Al llegar, observaron a varias personas dispersas, presuntamente vecinos, y una mujer se acercó con el bebé en brazos. La pequeña, que vestía prendas de color rosa con un aplique de oso, fue entregada a los policías, que la trasladaron de manera urgente al hospital. Una vez en el centro médico, la bebé se reencontró con sus padres, que la identificaron de manera positiva.