Más de 20 bebés del país nacen por semana con una lesión conocida como ‘brazo de trapo’, que puede ser irreversible si no se trata tempranamente, consideraron especialistas en el tema.

Se trata de la Parálisis Braquial Obstétrica (PBO), una lesión de los nervios a la altura del cuello, que se produce frecuentemente por una dificultad en la expulsión de los hombros en el momento del parto.

A esta lesión ‘se la suele percibir en los primeros días de vida, cuando se observa en sus movimientos que uno de sus brazos no tiene la misma respuesta que el otro‘, afirmó Sebastián Valbuena, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM).

Asimismo, ‘también puede desaparecer la capacidad sensitiva de la mano ya que al afectar todos los nervios, el niño tampoco siente correctamente‘. Cuando la lesión se encuentra en etapa avanzada (provoca) acortamiento del brazo y posturas típicas de la patología, concluyó Valbuena.

En ese aspecto, Andrés Dogliotti, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano, destacó que ‘el tratamiento en el bebé recién nacido consta de una rehabilitación kinésica para fortalecer los músculos dañados‘. ‘Cuánto más se estimule al bebé en casa, mayor será la posibilidad de recuperación‘, sostuvo el integrante de AACM.

No obstante, añadió que a medida que pasa el tiempo, si no va recobrando ciertos movimientos espontáneamente, puede estar indicada una microcirugía de los nervios lesionados. Si bien no hay estudios oficiales recientes, los especialistas de AACM afirman que la cantidad de casos que provienen de hospitales públicos es variable de acuerdo a la población.

Los consultorios y guardias pediátricas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y del territorio bonaerense reciben hasta cuatro veces por semana casos de bebés con ‘brazos de trapo‘, una lesión que puede ser irreversible, si no se trata tempranamente, consideraron especialistas en el tema.

‘La incidencia es de 1,51 cada mil nacidos vivos, lo que representa para nuestro país 22 casos por semana, un promedio de 3 a 5 por ese período en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores‘, precisó Andrés Dogliotti, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano.

El cirujano sostuvo que ‘es importante tomar conciencia del riesgo que implica una lesión como la del PBO, que de no tener una recuperación completa, puede afectar el normal desarrollo del brazo del bebé‘. ‘Identificar y tratar esta lesión es evitar secuelas irreversibles en los movimientos y en la forma del miembro superior del recién nacido‘, aclaró Dogliotti.

Carlos Becker, jefe de Tocoginecología del Hospital Durand e integrante de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA) explicó que ‘la parálisis de Erbs -nombre del descubridor de la patología- puede ocurrir en cualquier parto como consecuencia de la distocia de hombros, que sucede cuando el bebé ha sacado la cabeza y por los hombros permanece atascado en el canal de parto‘.

‘Las maniobras que debe realizar el médico, tendientes a sacar al bebé, pueden provocar una elongación del plexo braquial.

Obviamente, el médico debe hacerlas para evitar un mal mayor‘, explicó Becker, profesor adjunto de obstetricia de la UBA.

La distocia de hombros, enfatizó Becker, ‘es impredecible e imprevenible y exige del obstetra actuar en el momento, y estar adiestrado en las habilidades específicas para resolverla con éxito‘, más allá de los factores de riesgo.