Alberto Fernández tendrá este mediodía una foto con los otros dos vértices fundamentales del Frente de Todos: su vice, Cristina Kirchner, y el presidente de la Cámara de Diputados. Será durante un acto en Ensenada que fue convocado para este mediodía y del que también participará un hombre importante de la cúpula del poder político en la Argentina, Axel Kicillof.
La imagen tiene un significado relevante en días especialmente difíciles para el Presidente. Primero fue víctima de “fuego amigo” del kirchnerismo en medio de la polémica por la fallida salida del secretario de Energía, Federico Basualdo, y las tarifas. Luego recibió un golpe de la Corte Suprema de Justicia en su pelea política con Horacio Rodríguez Larreta por las clases presenciales.
Ayer, cuando todavía intentaba asimilar los alcances de la decisión judicial, apareció en Ezeiza: habló de la decrepitud del derecho convertido en sentencia. Pero no mucho más. Había sido más efusiva su vice en redes sociales al plantear que la Corte Suprema de Justicia había asestado una suerte de golpe de Estado con su sentencia. Massa, por ahora, guardó silencio.