Alberto Fernández canceló la reunión con gobernadores que había convocado para mañana en la quinta presidencial en Olivos, provincia de Buenos Aires.

Era un almuerzo esperado con expectativa, antes de la conformación de la mesa nacional oficialista. Pero muy pocos mandatarios habían confirmado su asistencia por las diferencias en el Frente de Todos, informaron ayer medios nacionales.

Según trascendió, sólo tres gobernadores, Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja) y Osvaldo Jaldo (Tucumán) habían confirmado su asistencia al encuentro con el presidente en Olivos.

Obviamente que Alberto pensaba sentar al debate a otros que también pertenecen al espacio como Sergio Ziliotto (La Pampa) y Mariano Arcioni (Chubut) pero no logró sumar sus adhesiones. Sabía que sería más difícil convencer a los más cercanos al kirchnerismo. Entre ellos, Axel Kicillof (Buenos Aires), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Jorge Capitanich (Chaco).

En el caso del entrerriano Gustavo Bordet, las dos visitas que hizo Fernández en los últimos días a su provincia habían servido para acercar posiciones. Incluso el gobernador había dado el sí, pero luego lo llamaron para confirmarle que finalmente la discusión se dará en el cónclave del jueves 16 de febrero, fecha prevista para el primer encuentro de la mesa nacional oficialista para avanzar en la estrategia electoral.

Se guardaba cierta esperanza sobre convencer a Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y a Sergio Uñac (San Juan). El vínculo se había resquebrajado con varios de los gobernadores tras el fallo sobre la coparticipación que dictó la Corte Suprema de Justicia en diciembre pasado.

La idea era empezar a discutir mañana en Olivos con los jefes provinciales la estrategia electoral para los comicios de este año, dentro del llamado que hizo el jefe de Estado para conformar una mesa nacional del Frente de Todos, que se realizará en la sede porteña del Partido Justicialista el jueves de la semana que viene en la Ciudad de Buenos Aires.

La suspensión del almuerzo previsto es una muestra más de las diferencias que subsisten dentro de la coalición oficialista.

Desde el entorno del jefe de Estado aseguraron que esa reunión prevista para mañana en Olivos "nunca estuvo programada".

La inasistencia o la resistencia a respaldar a Alberto Fernández cuando impulsó el pedido de juicio político a los cuatro integrantes de la Corte Suprema no hizo más que aumentar el descontento entre los mandatarios provinciales. Solamente 11 suscribieron esa iniciativa.

E incluso algunos como Bordet reclamaron por haber sido incluidos en un primer momento en el documento que se difundió públicamente, cuando estaba en desacuerdo.

Con la reunión de Olivos con gobernadores, Alberto buscaba respaldo político para llegar envalentonado a la mesa de la que participarán representantes de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el propio ministro de Economía Sergio Massa.

El presidente se embarcó en una especie de pulseada con Massa para recibir el apoyo de los gobernadores. Alberto viaja a las provincias para sacarse fotos con los mandatarios mientras que Massa los recibe en su despacho.

 

Tucumán

El jefe de Gabinete, Juan Manzur, recibió ayer en la Casa Rosada al vicegobernador en ejercicio de la gobernación de Tucumán, Osvaldo Jaldo. El martes, Alberto anunció que "devolvía" a Manzur a la provincia para afrontar las elecciones provinciales.