El presidente Alberto Fernández reclamó ayer al Reino Unido de Gran Bretaña que cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas para reanudar el diálogo sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
En ese contexto, pidió que Londres "abandone la injustificada presencia militar" en el archipiélago, al tiempo que realizó un reconocimiento al "coraje inigualable" de los excombatientes, al cumplirse ayer 40 años del inicio de la guerra.
Así lo afirmó al encabezar en el Museo Malvinas, ubicado en el predio de la ex ESMA (ciudad de Buenos Aires), el acto central por el Día del Veterano, la Veterana y los Caídos en el conflicto de 1982 que enfrentó a la Argentina con el Reino Unido.
"Solicitamos que el Reino Unido abandone la injustificada y desmedida presencia militar en esas islas que no hace más que traer tensión a una región caracterizada por ser una zona de paz y cooperación internacional", agregó el mandatario.
Destacó que "los soldados argentinos enfrentaron a una potencia con escasos medios, pero con enorme valentía y un coraje inigualable, y el apoyo del pueblo". "Debemos decirlo: aquellos militares que avergonzaron a nuestras Fuerzas constituyen un pasado al que nadie quiere volver".
En su reclamo al gobierno inglés, Fernández señaló: "Solicito al Reino Unido que cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas", y volvió a exigir una "solución negociada y pacífica" al conflicto de soberanía por las islas que se mantiene vigente.
En días de roces internos en el oficialista Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández participó del acto sin la presencia de la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, que encabezó en el Congreso un homenaje a los trabajadores legislativos que hace 40 años combatieron en la guerra con Gran Bretaña.
"En la defensa de los intereses de la Patria no hay izquierda ni derecha. A la Patria se la defiende por todos lados, por izquierda, por derecha y por el centro. Tenemos que diferenciar las disputas políticas de aquello que es irrenunciable", señaló Cristina al hablar en este homenaje que encabezó junto al presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa.
La vicepresidente afirmó además que en cuestiones de geopolítica "no hay ni buenos ni malos", y que todo se reduce a una cuestión de intereses.
"Antes de la guerra, los militares pensaban que los ingleses no iban a venir a Malvinas porque algunos en Estados Unidos habían dicho que (el general Leopoldo Fortunato) Galtieri era un general majestuoso. Creían que se habían puesto del lado de los buenos y no les iba a pasar nada. No hay buenos ni malos. El mundo es una cuestión de intereses", remarcó la exmandataria.
La vicepresidente ponderó las acciones políticas para el inicio de los trabajos de identificación de los soldados caídos en Malvinas que comenzaron durante su segunda gestión como presidente, y destacó el hecho de que el Museo Malvinas esté emplazado hoy en el predio de la ex ESMA, donde funcionó durante la última dictadura cívico militar el centro de detención clandestino más grande de la ciudad de Buenos Aires. Cristina afirmó que la Guerra de Malvinas "puso fin al Partido Militar que había actuado en Argentina desde 1930".