El presidente Alberto Fernández despidió esta mañana al expresidente de Bolivia, Evo Morales, tras pasar once meses en el país luego de renunciar al gobierno en noviembre del año pasado, después de unas elecciones que lo dieron como vencedor pero que fueron denunciadas como fraudulentas por la oposición y organismos internacionales.
En en el puente que une La Quiaca con Villazón, límite entre la Argentina y su país vecino, el mandatario argentino destacó: "Es un día muy importante para todos, es muy lindo estar aquí, en este lugar límite de la Argentina. Y es muy lindo estar por este motivo, garantizar que nuestro querido compañero regrese a su patria, de la que nunca debió salir".
Fernández agregó en su discurso que "en los últimos cuatro años América Latina fue desintegrándose en individualidades". "Y como bien dice Evo, somos parte de una patria grande, que quiere crecer, quiere justicia, quiere desarrollo, y no para algunos sino para todos".
El jefe de Estado argentino despidió así al expresidente aymara, quien puso fin a su asilo de un año al retornar a su país tras la asunción ayer del presidente Luis Arce, su exministro de Economía, perteneciente a su propio partido político, el Movimiento al Socialismo.
Antes del acto, Fernández y su comitiva desayunaron con Morales y quienes lo acompañan en su regreso. "Poco antes de las 9, Fernández se dispuso a compartir un desayuno al que se sumó el expresidente de Bolivia Evo Morales, tras los controles de salud", indicaron fuentes del Gobierno, que además agregaron que el encuentro se realizó en el Hotel de Turismo de La Quiaca, donde están hospedados desde ayer.
Luego de su despedida Morales dio inicio a una caravana de dos días para arribar el miércoles al Trópico de Cochabamba, su tierra natal. "Hoy es un día importante en mi vida, volver a mi patria que tanto quiero me llena de alegría", expresó en su cuenta de Twitter de acuerdo con lo publicado por Télam.
Fernández arribó anoche a esa ciudad norteña argentina, tras participar de la asunción de Arce y dijo que "lo más tremendo que pasó en los últimos cuatro años fue la desintegración de América Latina".
El Presidente agradeció a la gente de La Quiaca que, "pese al clima", esperó su llegada durante "tanto tiempo" para saludarlo y renovó su mensaje de que, pese a la pandemia de coronavirus, el país "va a salir" y aseguró que ese momento está "cada vez más cerca". "Mientras tanto hay que cuidarnos y ser respetuosos de la enfermedad, que es muy perversa", pidió Fernández.
Sobre la caravana que emprenderá Morales, expresó: "Volverá a su casa, que es de donde nunca debería haber salido. Somos muchos los argentinos que lo queremos y valoramos".
Fernández arribó ayer a las 18 a la base aérea "Guillermo Snopek", a 10 kilómetros de la ciudad fronteriza de La Quiaca y fue recibido por el intendente Blas Gallardo. Lo acompañan el canciller Felipe Solá; los ministros Eduardo de Pedro (Interior) y Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Géneros y Diversidad); el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi; junto al senador Jorge Taiana y el diputado Eduardo Valdés.