El presidente Alberto Fernández subrayó ayer que "no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo", tras señalar que en 2024 ingresarán al país unos 35.000 millones de dólares por "exportaciones agrícolas, ganaderas, de gas y de litio".
En un mensaje de despedida a la población emitido por cadena nacional, el jefe de Estado hizo un balance de su gestión y destacó que "gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5 mil millones de dólares para importar gas licuado" y sostuvo que "de aquí hasta el 2030 las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%".
"Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen", advirtió.
El Presidente reconoció, por otra parte, que "no se alcanzaron los objetivos" propuestos en lo relativo al "fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza", y consideró que "las circunstancias y el contexto no acompañaron". "Deberíamos haberlo hecho mejor o diferente", asumió. Sin embargo, Fernández evaluó que el nuevo gobierno encabezado por Javier Milei "encontrará un país más federal, más justo, más potente". Lamentó además "no haber podido terminar con la grieta que nos separa y nos enfrenta". "He aprendido que para cerrar la grieta no hace falta someter al otro. No se trata de ver quién impone su relato. Lo que hace falta es caminar junto al otro. Aprender a profundizar los acuerdos y a minimizar las diferencias", remarcó el mandatario.
El presidente sostuvo que durante la pandemia por el coronavirus, el gobierno decidió "proteger a la ciudadanía por sobre cualquier otra cosa", al recordar que se le pidió a los argentinos que "permanecieran en sus casas porque era la única herramienta que la medicina recomendaba".