El juez Thomas Griesa ordenó ayer a la Argentina pagar ‘en cuotas‘ las sentencias a favor de los holdouts y elevó la deuda con estos acreedores a $8 mil millones, al reconocerle a los ‘me too‘ los mismos derechos que habían obtenido judicialmente los demandantes originales. Griesa dio a conocer su fallo después de escuchar en audiencia la propuesta de los holdouts a favor de un ‘pago ratable‘ (en cuotas) a cambio de que el país reconozca el total de la deuda.
El magistrado extendió a 49 causas -de un total de 51 demandas ‘me too‘- por cerca de 6 mil millones de dólares millones de dólares la sentencia original que había favorecido a los fondos NML Capital y Aurelius y habilitó la cancelación en cuotas. En el fallo original Griesa había definió que la Argentina incumplió la cláusula de ‘igual tratamiento‘ (pari passu) incluida en los bonos que cayeron en default en 2002 y ordenó al país pagarle 1.330 millones de dólares a acreedores que no aceptaron los swaps y accionaron judicialmente. En ese momento, al mismo tiempo ordenó que la Argentina no podía realizar ningún pago de sus bonos reestructurados en los canjes 2005 y 2010 sin antes cumplir con su sentencia.
Con la sentencia de ayer Griesa niveló a holdouts originales con acreedores que se presentaron a posteriori bajo la denominación de ‘me too‘ (a mi también), quienes demostraron estar en las mismas condiciones que NML Capital y Aurelius. Este grupo había presentado reclamos por más de 6 mil millones de dólares que ahora deben ser tratados de la misma forma que los 1.330 millones originales y se comprobó que incluían nuevos títulos de NML Capital, el fondo de Paul Singer. No obstante, todas las sentencias de Griesa deberán ser evaluadas por la administración que asuma el 10 de diciembre. Argentina mantiene desde hace años un litigio en el tribunal de Griesa con los llamados fondos ‘buitres‘ que compraron bonos después de la suspensión de pagos de 2001 que no se sumaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010.
