La ciudad de La Plata se inundó cuatro veces en la última década, pero sus autoridades ignoraron estudios realizados que advertían de la necesidad de obras hídricas para prevenir una catástrofe.

Un informe de los ingenieros Pablo Romanazzi y Arturo Urbiztondo al que tuvo acceso Efe instó en 2011 al Gobierno municipal de La Plata ampliar la capacidad de conducción del curso del arroyo El Gato debido a que el sistema actual ‘presenta deficiencias en la evacuación aún con lluvias de menor intensidad‘.

‘El crecimiento de los conductos troncales no ha acompañado al crecimiento urbano de la ciudad‘, subrayaron Romanazzi y Urbiztondo, que alertaban de la existencia de ‘una situación de colapso para las pocas salidas que presenta el sistema de evacuación actual‘.

Otro informe de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata había llegado a las mismas conclusiones en 2008 y ya entonces advertía que el panorama iba a agravarse ‘si no se contiene la urbanización descontrolada y no se trazan planes hidráulicos adaptados a estas tormentas‘.

Las autoridades locales desoyeron ambos estudios y las inundaciones que había sufrido la ciudad en 2002 y 2005 volvieron a

repetirse en 2008 y 2010 sin que se iniciasen las obras demandadas por los expertos.

‘En los últimos 20 años hubo un crecimiento en las construcciones que no fue acompañado por el sistema de desagüe pluvial‘, declaró al diario Clarín Mario Hernández, profesor titular de hidrogeología de la universidad platense.

‘Es cierto que la lluvia fue extrema, pero si se hubiera puesto en marcha un plan de contingencia eficiente hubiera habido menos muertes‘, añadió Hernández.