El presidente Alberto Fernández afirmó ayer que el atentado a la AMIA, del que se cumplen el sábado 26 años, fue "muy doloroso" para todos los argentinos ya que "no fue un atentado contra la comunidad judía sino contra la Argentina", y dijo que "necesitamos conocer la verdad ya que no estamos en paz".
"Esa es una deuda que tiene esta democracia para con la Argentina, no para con la comunidad judía solamente. Porque allí quedaron impunes autores de un hecho tremendo que en la memoria nuestra no se ha borrado", sostuvo ayer el Presidente. Con motivo de conmemorarse el sábado los 26 años del atentado contra la sede de la AMIA, Fernández brindó una entrevista este mediodía a Dina Siegel Vann, directora del instituto Arthur and Rochelle Belfer para Asuntos Latinoamericanos perteneciente al Comité Judío Estadounidense.
En ese marco, Fernández recordó que "cuando se firmó un memorándum de acuerdo con Irán, que, francamente, yo critiqué mucho, en el fondo la búsqueda fue la de tratar de destrabar el problema que existía porque Irán no enviaba a los acusados a declarar".
"Desde entonces Argentina está intentando, a veces de mejor modo, a veces de peor modo, encontrar la verdad de lo que pasó allí; y se presenta la dificultad de la justicia de que el Gobierno iraní nunca accedió a extraditar a los que la justicia entiende son los responsables de esos hechos", dijo Fernández en la entrevista."Argentina todavía está en deuda con ese tema, pero la verdad es que el mayor deudor es el país que no accede a que los responsables vengan y declaren, y si terminan siendo inocentes recuperarán su libertad y volverán a Irán. Y si no tendrán que hacerse cargo", agregó. El mandatario subrayó que Argentina hizo "mucho esfuerzo por tratar de sacar ese escollo de encima y avanzar, y lo intentamos hasta el día de hoy, porque no podemos quedarnos en paz con esto".