La justicia federal espera recibir en los próximos meses una serie de informes sobre mails y llamadas telefónicas que permitan descifrar quién o quiénes estuvieron detrás del homicidio de Alberto Nisman, el fiscal del caso AMIA, de cuya muerte se cumplen hoy tres años.

El juez Julián Ercolini aguarda las respuestas del requerimiento realizado a Estados Unidos para que brinde información sobre dos cuentas de mails de Nisman, de las cuales sólo se recibieron informes parciales, al tiempo que buscan saber si el exfiscal tuvo su teléfono intervenido judicialmente en el marco de algún expediente.

Con todas las hipótesis posibles abiertas, el juez Ercolini ya determinó que la muerte de Nisman fue un “homicidio”, pero no estableció todavía quién o quiénes lo perpetraron ni cuál fue el móvil del “asesinato”. A tres años de la muerte de Nisman, el escenario judicial podría pasar desde febrero por la Cámara Federal porteña, que deberá decidir si avala el fallo que dio por probado el asesinato del fiscal.

Lo que si escribió Ercolini en su último fallo -en diciembre pasado- fue que el asesor informático de Nisman, Diego Lagomarsino, fue “participe necesario” del acto criminal y que aportó un “arma amiga” para que luego pudiera simularse la escena de un suicidio. “Las dos visitas conocidas del imputado durante el sábado 17 de enero de 2015 resultan claramente indicativas de su conocimiento y participación intencional dentro del complejo plan que condujo al resultado fatal”, sostuvo Ercolinio.