El Obelisco de Buenos Aires amaneció ayer sin su característica cúpula piramidal y decenas de porteños inundaron las redes sociales por el cambio de apariencia de este emblema. Tras esa enigmática postal se esconde el artista argentino Leandro Erlich, conocido por instalaciones que juegan con la ilusión óptica. Con la ayuda de una grúa, la punta del Obelisco fue recubierta a primera hora de ayer con una carcasa rectangular, informaron a Efe fuentes del operativo. “La obra, denominada La democracia del símbolo, consta de dos partes. En principio, se hace desaparecer el ápice del Obelisco con paneles espejados, lo que producen una ilusión óptica. Tras ello, la punta aparece en una reproducción a escala real en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)”, explicaron medios digitales.
¿Se quedó sin punta?

