En lo formal, la denuncia es tan escueta como impactante. Un hombre había bebido de más, se subió a su auto y, por su estado de ebriedad, decidió estacionar a una orilla de la calle y dormir en el lugar; pero al rato llegaron dos policías que le indicaron que circulara y, ante su negativa, lo bajaron a los tirones del vehículo y le dieron una golpiza tan fuerte que terminó hospitalizado. Así al menos es la versión que dejó sentada Armando Vázquez en la UFI Delitos Especiales Nro 3, disparador para que el fiscal Nicolás Schiattino haya iniciado ya una investigación judicial sobre dos uniformados de la Seccional 20ma, de Angaco, por su presunto accionar ilícito.

El fiscal cuenta ahora con 15 días para su investigación preliminar y deberá decidir en ese lapso si convoca a o no a una audiencia de formalización. De concretarse, será el momento en que les hagan las imputaciones correspondientes a los acusados, con todos los agravantes previsibles por tratarse de agentes del orden público. Por lo pronto, ya tiene en su poder el informe del médico legista, que resultará clave en este caso.

Vázquez había radicado su denuncia en la UFI la noche del sábado pasado, pero el caso se conoció después por los posteos de sus hermanas en Facebook. Según publicó Andrea Vázquez, su hermano estaba estacionado cuando los dos policías lo “sacaron a los tirones, pateándolo en rostro y cabeza, causándole heridas profundas”. La mujer añadió fotos del rostro herido del hombre.

Otra hermana, Claudia Vázquez, también expresó en Facebook que “el abuso de autoridad es un delito de los más graves que ha causado muertes en el mundo. Ahora le tocó a mi hermano que estaba durmiendo al costado de la calle, causándole traumatismo de cráneo y golpes por todo el cuerpo. Como se creen los dueños del departamento, cometen estas atrocidades. Justicia, sólo justicia es lo que pido”.