El papa Francisco intentó consolar a los fieles brasileños que llegaron a la Plaza San Pedro a escuchar su misa, después de la derrota en cuartos de final del Mundial-2018 ante Bélgica (2-1), el viernes pasado.

"¡Coraje! Habrá otra oportunidad", improvisó el papa en un mensaje directo hacia esos fieles, al final de la tradicional misa que oficia cada domingo al mediodía en la Plaza San Pedro.

 

Esa corta frase de consuelo estaba ausente en el texto distribuido de antemano a los periodistas.

El papa, nacido en Buenos Aires e hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, jamás ocultó su pasión por el fútbol, pero se ignora si sigue de cerca los acontecimientos de este Mundial que se disputa en Rusia hasta el 15 de julio, día de la gran final en Moscú.