Sin grandes anuncios, limitándose a lo que la actual situación de crisis del país le permite, el gobernador de la provincia, Marcelo Orrego, detalló ante la Cámara de Diputados de la provincia su programa de gobierno en el que la austeridad y el aprovechamiento de los recursos tendrán un papel preponderante para asegurar el normal funcionamiento de la provincia. Otro aspecto en el que puso mucho énfasis fue en el de iniciar una etapa de profunda transformación basada en el diálogo, la inclusión y la acción decidida y guiada por el bien común. En este sentido convocó a todos los actores políticos, sociales y económicos a “dialogar, a escucharnos, a comprender las diferentes perspectivas y a encontrar puntos de encuentro que nos permitan avanzar”.

Si bien había cierta expectativa por este primer mensaje ante la legislatura por algunos anuncios, Orrego se ajustó a cuestiones básicas como la de contextualizar la situación de la provincia respecto del país; el estado en que recibió y está actualmente la provincia, y lo que se piensa ejecutar ministerio por ministerio durante el corriente período de gobierno. Los dos primeros aspectos, un tanto reiterativos por ser de dominio público, dieron paso al plan de acción de cada una de las áreas de gobierno como Economía, Infraestructura, Producción, Minería, Turismo, Cultura y Deporte, Ambiente, Seguridad, Educación y Salud, entre otras. 

Sin restar importancia a cada una de estas áreas, sin duda Economía es el desafío más importante que afronta la actual gestión de gobierno provincial ya que ha implicado la reducción de fondos provenientes de la coparticipación federal. En este sentido la única salida es hacer crecer la economía de la provincia en base a una serie de medidas que propicien la austeridad, el ahorro de recursos y la promoción de fuentes laborales con un alto valor agregado en su proceso de producción. Todo esto apunta a un objetivo principal que es el de mantener un equilibrio presupuestario que permita afrontar pagos con normalidad y mantener la cadena de pagos de todo el circuito económico de la provincia.

Siempre en el marco de la Economía, se le ha dado gran importancia al hecho de haber reactivado con fondos propios provinciales el 40% de la obra pública que representa a un total de 43 obras que tienen avances superiores al 65% en su ejecución. En este aspecto el Gobernador reconoció que la gestión de Milei, con sus medidas de ajuste, obligó a reconfigurar el esquema de fondos con los que se financian las obras más onerosas, pero que a pesar de ello no iba a cuestionar al Presidente esta medida, con la idea de construir una “relación armónica y constructiva”. 

En materia de producción todo apunta a lograr una estructura productiva diversificada que agregue valor y genere mano de obra, convirtiendo a San Juan en un polo tecnológico y así recuperar puestos de trabajo.

En Minería los esfuerzos se van a orientar a hacer posible los grandes proyectos que hay en la provincia, sacando del letargo este tema que viene postergado desde hace más de una década.

Estos y otros temas hicieron que el mensaje del Gobernador transitara por un camino de muy buenas intenciones que para verlas concretadas se tendrán que dar una serie de factores a favor de la provincia, entre las que se incluye el diálogo multisectorial necesario para alcanzar acuerdos que hagan posible una gestión eficiente y ordenada.