En un año que se prevé una notable mejora de las exportaciones a nivel país respecto del 2023, con más de 82.800 millones de dólares, aportados en su mayor proporción por la cosecha de granos, la provincia de San Juan debería comenzar a optimizar la salida de productos frutihortícolas al exterior evitando las ventas a granel y promoviendo la creación de plantas procesadoras que generen la ocupación de mano de obra, además de un mejor control de la calidad de los productos exportables.

El gobernador Marcelo Orrego en su mensaje anual ante la Cámara de Diputados se refirió a este asunto comprometiéndose a promover todo tipo de actividades productivas con un alto valor agregado entre las que, lógicamente, estuvo consignada la producción agrícola y sus posibilidades exportables. 

Para contar con este objetivo dentro de un lapso relativamente corto hay que comenzar de inmediato a interesar a todos los sectores vinculados a la producción frutihortícola en la necesidad de invertir en plantas procesadoras de los principales productos entre ellos tomate, ajo, cebolla, aceituna, zapallo, espárrago, melón, pistachos, ciruelo, nogal, membrillo, manzano, durazno y damasco.

De una vez por todas se debe terminar con la salida a granel de la provincia de productos que por lo general tienen como destino la provincia de Mendoza, donde se los fracciona y envasa para destinarlo a los mercados interno, nacional o del exterior, en la mayoría de las ocasiones sin consignar el lugar de origen o procedencia de ese producto.

San Juan debe proponerse tener una mayor participación en la Región de Cuyo, donde Mendoza posee el 70,4% de la producción frutihortícola; San Juan el 20,9% y San Luis el 1,7 por ciento, a través de una política que apunte a un mejor aprovechamiento de su materia prima. A su vez, Cuyo ocupa el cuarto lugar de las cinco regiones en que está dividido el país, en ingreso de dólares por exportaciones, detrás de la Región Pampeana con 48.427 millones; la Patagonia, con 8.677 millones y la región Noroeste, con 4.293 millones. Cuyo suma 3.081 millones de dólares y la región del Noreste 921 millones.

Además de las plantas procesadoras hay que generar una cultura que nos enseñe a presentar los productos para poder conquistar mercados, una tarea en la que los particulares deben sentirse apoyados por el gobierno. Es el Estado, a través de embajadas y consulados el que deben abrir las puertas en otras naciones para hacer posible el intercambio comercial.

Es necesario potenciar todas aquellas iniciativas de marketing y promoción de productos, a través de estudios de mercados que orienten a establecer los mejores destinos para la exportación.

Se trata de una tarea intensa y de mucha dedicación, que la provincia necesita para forjar un área con un gran potencial a pesar de la limitaciones que San Juan tienen en cuanto a la falta de agua y la escasa superficie para cultivo.