Los últimos datos proporcionados por el Indec a nivel nacional determinan que el 56% de los niños viven en situación de pobreza, lo que los coloca en un estado de vulnerabilidad psicosocial preocupante para su integridad ya que, como se conoce, el deterioro psicofísico vinculados a su crecimiento y desarrollo que puedan sufrir los chicos en los primeros años de vida difícilmente puede ser revertido en etapas posteriores por más que se mejores sus condiciones de vida vinculadas a la alimentación.

Uno de los indicativos de este fenómeno en la provincia se ha dado desde el inicio de clases, con el pedido reiterado de los directores de las escuelas primarias públicas de una mayor cantidad de copas de leche para atender una demanda notablemente creciente producto de un aumento de la matrícula de alumnos inscriptos este año.

El titular del ministerio de Familia y Desarrollo Humano, Carlos Platero, en declaraciones a la prensa, admitió que para este nuevo ciclo lectivo revelaron que un total de 13.000 alumnos han pasado de la educación privada a la pública, por diferente motivos entre ellos el aumento de las cuotas o por las propia situación económica de cada familia.

Lo más probable es que este número siga creciendo en los próximos períodos y que la copa de leche sea insuficiente para atender las necesidades alimentarias de estos chicos, por lo que se tendrá que articular algún programa alimentario que contemple la provisión de las proteínas que necesita todo niño al momento de su crecimiento.

Atender los requerimientos de la niñez en materia alimentaria debe ser una prioridad, y qué mejor que las escuelas para determinar el grado de necesidad. Esto ha quedado demostrado con la solicitud enviada a Familia y Desarrollo Humano por directivos de escuelas que hasta hace poco no contaban con el servicio de copa de leche y ante la necesidad observada han pedido al organismo que se la implemente en forma inmediata para atender, aunque sea parcialmente, la necesidad alimentaria que tienen numerosos niños.

Este tema de la copa de leche, al igual que el de los comedores escolares que funcionan en establecimientos de jornada completa o albergues se está manteniendo en estos momentos con fondos provinciales ya que desde comienzo del ciclo escolar la Nación no está enviando la parte que le corresponde y esto complica el panorama cuando cada vez hay más chicos y escuelas que están pidiendo estos complementos alimentarios.

El fenómeno es general en todo el país donde la cantidad de alumnos que almuerzan en las escuelas o toman la copa de leche ha crecido más del 21%, desde 2014 hasta la fecha. En San Juan ese porcentaje se ubica en el 14% y preocupa por la incidencia que tiene en el crecimiento y desarrollo infantil, y la disponibilidad de recursos con los que se puedan contar en el futuro para atender esta necesidad.