El Banco Hipotecario comenzará a ofrecer dos líneas de crédito hipotecario UVA nuevas y las mismas serán hasta de 250 millones de pesos para pagarse a 30 años y podrán estar accesibles de manera 100% digital a partir del 15 de mayo próximo.

Una de las líneas se destina a la construcción o adquisición de una primera o segunda vivienda, con una tasa en Unidades de Valor Adquirido (UVA) más 4,25% para el primer año, que luego subirá a 8,5%, en el caso de los clientes del Banco Hipotecario que cobran su sueldo en la entidad. Para las otras personas, la tasa será UVAs. La otra línea de crédito es para ampliación y refacción con un monto máximo de $ 125 millones.

La entidad financiera detalló que, en caso de construcción, cubrirá “hasta 80% del presupuesto de obra” y, en lo que respecta a la compra de una casa, “hasta 80% del valor de la vivienda”. Y están destinados a empleados bajo relación de dependencia, personas que trabajan en forma independiente y/o jubilados que deberán cumplir una serie de requisitos, entre ellos: No registrar antecedentes desfavorables en Banco Hipotecario ni en el Sistema Financiero, tener entre 18 y 65 años de edad. Mientras que la edad máxima para cancelar el préstamo será de 75 años. Deberá contarse con un ingreso mínimo de acuerdo a cada volumen del crédito y podrá sumarse los ingresos del cónyuge o conviviente. Y la antigüedad mínima en relación de dependencia de 1 año.

Las bajas tasas de interés que dispuso el Banco Central animaron a varias entidades a estudiar el relanzamiento créditos hipotecarios de largo plazo, pero el Banco Hipotecario, que fue tradicionalmente puntal de este tipo de financiamiento, se adelantó y salió con las dos líneas, aunque sin promocionarlo.

Para que el financiamiento en pesos calce con el mercado inmobiliario que maneja las transacciones en dólares, el Banco Hipotecario facilitará la conversión mediante la venta puente del dólar MEP en la misma sucursal.

> El costo de las cuotas

La línea empieza a partir de U$S 40.000, por lo que la cuota mensual inicial es de $202.400, de modo que podrán acceder quienes demuestren ingresos por $809.600. Este monto se encuentra casi $200 mil por encima del promedio salarial RIPTE.

El comprador de un inmueble a financiar, cuyo costo sea de U$S 50.000, tendría que poner inicialmente U$S 10.000 de su bolsillo, más unos U$S 4.500 por los gastos que devenga la operación. Este presupuesto daría como para un dos ambientes en los barrios porteños de San Cristóbal o Boedo.

Para una propiedad de U$S 125.000, el crédito a gestionar por el saldo de precio sería de U$S 100.000, por los que la cuota mensual ascendería a $505.000, que requiere ingresos por $2.020.000. Y como los gastos rondarían los U$S 11.250, el total a cubrir por parte del comprador ascendería a U$S 36.250.

Para los U$S 250.000 del monto máximo de la línea, se empieza con una cuota de $ 1.262.500, que requiere ganar $5.050.000, y cubriría una propiedad de U$S 312.500 o más.

Los gastos estarían en el orden de los U$S 28.125 y no se incluyen en el financiamiento, por lo que hay que contar con U$S 90.625 netos propios para desembolsar.

Entretanto, la segunda línea del crédito es para ampliación y refacción de la vivienda y tiene un monto máximo de 125 millones de pesos. La cuota mensual no podrá superar el 25% del ingreso del solicitante.